Agua

La ciudad con el ciclo integral del agua 100% libre de carbono

El agua en la Granada nazarí servía para articular la composición arquitectónica con la presencia continua de estanques, canales y fuentes por toda la ciudad. En Granada el agua está en el ADN mismo de la ciudad.

Y hoy, uno de los principales ejemplos de ello lo encontramos en la huella circular del agua, hecha realidad en la biofactoría Sur, donde han impulsado un cambio de paradigma en la gestión de las aguas residuales para convertir su estación depuradora en una auténtica mina urbana, con la que lidera la lucha contra el cambio climático en la gestión del agua, preserva el recurso como fuente de vida y logra la autosuficiencia energética en el tratamiento del agua, al tiempo que protege y recupera los espacios naturales.

Según Naciones Unidas, el 80% de las aguas residuales en el mundo no son tratadas y, en su recorrido, trasmiten enfermedades como la diarrea, el cólera, la hepatitis, el tifus o la polio. Según cifras de ONU-Agua, 1.800 millones de personas usan cotidianamente agua contaminada por materia fecal.

Asimismo, desde Naciones Unidas señalan que, en 2030, la población mundial aumentará hasta los 8.500 millones de personas y la demanda global de agua aumentará en un 50%, teniendo en cuenta uso doméstico, para la agricultura y para la industria.

En este contexto, el agua y el saneamiento son claves para mejorar la calidad de vida de las personas, favorecer el crecimiento económico y asegurar la sostenibilidad.

Este reto exige un cambio de mentalidad que nos lleve a concebir las aguas residuales como un recurso renovable, reutilizable y a bajo coste. Y la respuesta, el modelo a seguir, lo encontramos en biofactorías como la Sur de Granada.

En España, un caso de éxito y referente de economía circular a escala internacional es la biofactoría Sur de GranadaLa inversión en biofactorías, que transforman las tradicionales depuradoras en instalaciones integradas en el entorno, hace posible regenerar el agua para su posterior reutilización y, a su vez, conseguir la circularidad total también en energía y residuos.

En concreto, la biofactoría Sur de Granada ha sido destacada por la OCDE como una buena práctica que ha servido de estímulo económico a la ciudad, y que ha inspirado a otras que también quieren optar por la gestión del ciclo integral del agua.

Se trata de transformar sus tradicionales plantas de tratamiento de agua en centros de recursos (agua, energía y otros recursos) donde se regenera el agua para su posterior reutilización, se producen energías renovables y se transforman los residuos en recursos.

Además de conseguir la circularidad total en cuanto a agua, energía y residuos, las biofactorías se caracterizan por una integración en el entorno natural, de forma que se minimiza el impacto en ocupación del suelo, potenciando los servicios ecosistémicos en ese espacio ocupado, y transformando la infraestructura gris en una infraestructura verde.

Y por otro lado, la generación de impacto social positivo a través del valor compartido con las comunidades locales, a través del diálogo, la colaboración con los grupos de relación y la sensibilización ambiental.

Granada y su área metropolitana cuentan con dos Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).

https://www.elagoradiario.com/agua/emasagra-primera-empresa-ciclo-del-agua-100-carbono-neutral/embed/#?secret=4662BlMOeuLa Estación Oeste, que recoge el agua de aproximadamente  223.000 habitantes equivalentes, y la Estación Depuradora Sur, que recoge el agua de alrededor de 425.000 habitantes equivalentes.

En estas estaciones se depura el agua residual, eliminando materia orgánica, inorgánica y microorganismos patógenos presentes en ella antes de verterla al río Genil o reutilizarla para regadío.

La Biofactoría Sur de Granada se ha convertido en poco más de diez años en un paradigma europeo en la búsqueda de la autosuficiencia energética, el residuo cero y la reutilización del 100% del agua tratada.

De hecho, Emasagra, la Empresa Municipal de Agua y Saneamiento de Granada, participada por el Ayuntamiento de la capital e Hidralia, se ha convertido en la primera empresa española 100% neutra en carbono en la gestión del ciclo integral del agua.

En su preocupación por minimizar el impacto medioambiental en sus procesos e instalaciones, la empresa ya consiguió ser la primera en el sector en calcular su huella de carbono completa.

Y es que en la biofactoría de Sur, según explica la compañía, son capaces de reutilizar el agua para usos agrícolas en una zona de elevado estrés hídrico, dar valor a los residuos y lodos, y además, producir suficiente biogás como para autoabastecerse energéticamente, llegando incluso a producir un excedente para alimentar una flota de vehículos.

Este nuevo modelo de gestión les ha permitido transformar la EDAR Sur de Granada en la Biofactoría Sur y la EDAR Oeste en la Biofactoría Vados, ya que gracias a la economía circular son capaces de generar recursos de calidad a partir de los residuos. Han logrado pasar de ser consumidores de energía a productores de energía, valorizando el 100% de los residuos y reutilizando el agua depurada.

LODOS: El biosólido resultante del tratamiento de los fangos se traslada a otras instalaciones fuera de la EDAR donde se composta.

El proceso de compostaje consiste en un apilado en grandes montones que son volteados periódicamente y una posterior curación o estabilización. Los fangos también pueden ser reutilizados para la regeneración de taludes en carreteras y para evitar la filtración de los plaguicidas hasta las aguas subterráneas.

Emasagra ha firmado un acuerdo con la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía para la investigación y aplicación masiva de los lodos de depuradora en la regeneración de taludes:19.369 toneladas métricas de materia fresca de fango en el año 2017, del cual el 100% es usado para aplicación agrícola, con un 12,52% para compost y 87,48% de aplicación directa.

SUSTANCIAS NO ELIMINADAS EN EL PROCESO DE DEPURACIÓN:  307,62 toneladas de arenas para el uso como materia prima en compost vegetal, lo que supone un 100% del total de residuo generado. 24,94 toneladas de grasas generadas en el proceso, las cuales se han destinado a compostaje.

El residuo del desarenado se lleva a una instalación en la que se mezcla con compost de restos vegetales, en proporción volumétrica 1/3, y se criba a 25mm para retirar restos no biodegradables.

De este modo, se prepara una enmienda orgánica-mineral que presenta una textura idónea para usar en jardinería y viveros, ya que presenta unas propiedades de drenaje y permeabilidad idóneas para determinadas plantas y usos.

Las arenas, aparte de aportar algunos minerales como sílice, evitan el apelmazamiento de la mezcla y mejora la capacidad de drenaje, mejorando la aireación del suelo y evitando la asfixia radicular.

José Mª Torre-Marín Martínez, Jefe de Área Biofactorias de Emasagra, señaló en el último Congreso Smart Grids (principal foro profesional para el sector de las Redes Eléctricas Inteligentes en España) que “la evolución experimentada por la EDAR Sur de Granada es un claro ejemplo de circularidad. Ya no se trata de extraer, producir, comprar, usar y tirar.”

“Pasamos de hablar de un modelo de búsqueda de la eficiencia en el tratamiento de los recursos, minimización de residuos, eficiencia en el consumo, eficiencia en los costes de producción; a buscar el concepto de biofactoría, es decir, la sostenibilidad en la recuperación de recursos, pasamos de ser consumidores de energía a productores de energía, valorizamos el 100% de los residuos y reutilizamos el 100% del agua depurada”

La propuesta circular de aprovechamiento de recursos en la Biofactoría Sur Granada, tiene tres objetivos fundamentales: crear un beneficio para el medio ambiente mediante la autoproducción de energía y autosuficiencia y recuperación de residuos con el foco global de la neutralidad en carbono.

Para minimizar el impacto energético, Emasagra ha trabajado históricamente en la eficiencia energética de equipos e instalaciones. Además, con ánimo de dar un paso más en este sentido, mejora sus infraestructuras generadoras de energía renovable e implementa nuevas acciones que permiten el autoconsumo, de tal modo que en conjunto se obtenga un balance energético nulo o positivo en cuanto a emisiones a la atmósfera.

Durante los meses de abril a julio de 2018, se alcanzó el 100% de autoabastecimiento energético, alcanzándose el gran reto de llegar a ser una biofactoría autosuficiente energéticamente, teniendo en cuenta que se han mantenido estables, e incluso se han mejorado, los rendimientos en la eliminación de contaminantes, así como se han mantenido los caudales tratados.

Apostar por la implantación de biofactorías como instrumento para conseguir el objetivo de ir más allá de los residuos cero, e implantar un cambio de paradigma que supone aplicar un modelo de economía circular para combatir de forma efectiva el cambio climático.

Un nido de biodiversidad

Consciente de la importancia de la biodiversidad en el equilibrio de la empresa con su entorno, Emasagra ha implantado una serie de protocolos de protección como la eliminación de fitosanitarios, o acciones como la creación de un jardín de mariposas en la Biofactoría Sur, además de la instalación de hoteles de insectos para favorecer a las especies polinizadoras en sus instalaciones.

Además, tiene previsto implantar el programa para el control de especies invasoras, BiObserva ‘Stop-invasoras’.

El objetivo de esta iniciativa es controlar las especies invasoras en todas sus instalaciones de tratamiento de agua, contribuyendo así a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, más específicamente, al ODS 15, que pone el foco en detener la pérdida de biodiversidad.

Las plantas de tratamiento de agua, y en concreto, la biofactoría Sur de Granada, son instalaciones que cuentan, en su mayoría, con zonas verdes en las que se puede encontrar flora invasora, especies de crecimiento rápido con gran capacidad de dispersión e invasión, sobre todo en medios acuáticos, que son los que actualmente están sufriendo una mayor pérdida de biodiversidad.

El programa BiObserva ‘Stop-invasoras’  ofrece, a través de una metodología y herramientas propias (una plataforma web y una app móvil), toda la información necesaria para capacitar sobre cómo identificar especies, reportar observaciones, así como ejecutar y realizar planes de control y comunicación de especies invasoras en instalaciones.

Además, contribuye a la sensibilización y conocimiento de la ciudadanía sobre esta problemática ambiental.

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