Las presas son un ejemplo de infraestructura que cumple objetivos específicos para la sociedad. ¿Conoces sus características? En este artículo te decimos cómo funciona una presa y otros datos importantes.
Una presa puede definirse como una barrera hecha de concreto u otros materiales, como mampostería o materiales graduados, por lo regular se construye sobre el paso de ríos y arroyos, y permiten tener reservas de agua para diferentes usos o fines; los cuales pueden ir desde protección de avenidas máximas hasta la generación de energía, por mencionar sólo un par.
Otros ejemplos de uso que se le da al agua almacenada en las presas, es el de abastecimiento, sobre todo durante la temporada de sequía o en zonas donde su distribución es limitada, y por otra parte, una presa también facilita y permite que el exceso de agua desemboque de manera gradual y ordenada por medio de una estructura denominada vertedor.
El resumen, una presa permite: prevenir inundaciones, generar energía hidroeléctrica y almacenar agua para su utilización con fines productivos. En casos muy particulares, se suma a la infraestructura hidroagrícola para el cultivo de peces.
La estructura principal de una presa se conforma de los siguientes elementos: cortina, nombre que recibe la barrera, al espacio donde se almacena el agua se le llama vaso, así como la estructura que permite el desalojo del agua se denomina vertedor.
En México, la función principal de las presas es la de generar energía. Actualmente, existen más de 4,462 presas en todo el país, de éstas 667 están catalogadas como grandes debido a su capacidad de almacenamiento.
Presas y la generación de energía eléctrica
¿Cómo se produce la energía eléctrica? El agua contenida en el vaso de la presa se conduce a través de una tubería hasta una turbina hidráulica, la cual convierte el agua (también nombrada energía potencial) en energía mediante la implementación de un generador eléctrico.
Hoy en día, la electricidad proveniente de plantas hidroeléctricas es cercana al 13% de la energía total que se consume en el país, y más del 80% de su producción se centraliza en únicamente cuatro ríos: el Balsas, el Grijalva, Santiago y Papaloapan.
Dichos porcentajes dejan en claro que la energía hidroeléctrica es una brecha en la cual se podrá invertir en los próximos cinco años. Además, es importante destacar que las presas pueden adaptarse o ajustar su sistema para hacer reversible su proceso, es decir, llevar a cabo un re-bombeo de agua al embalse cuando haya excedentes.
Algunas ventajas de la hidroelectricidad es su grado de versatilidad ante factores ambientales, condiciones fisiográficas y de operación, así como la posibilidad manejar distintos niveles de eficiencia o potencia.
