Fuego

Acentúa contaminación islas de calor en CDMX

La contaminación atmosférica que registra el Valle de México contribuye al fenómeno de islas de calor urbanas y es una de las razones por las que algunas zonas han incrementado su temperatura hasta en dos grados centígrados desde mediados del siglo pasado, plantea un estudio de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

«La contaminación atmosférica actúa como barrera ante la radiación de onda larga que es emitida desde el suelo hacia el cielo», indica el especialista Gabriel Araiza-Olivares en el informe.

«Parte de esa radiación es absorbida por las partículas en suspensión y la remite hacia el suelo, con lo que se impide la dispersión eficaz del calor».

La isla de calor es una modificación social del clima, a la que se agrega la polución. El fenómeno es detonado por la expansión de la mancha urbana, la cual cubre con pavimento y cemento espacios que alguna vez fueron áreas verdes.

En la medida en que la Ciudad de México se expandió su temperatura fue aumentando, debido al mayor almacenamiento de calor en los materiales de construcción.

Incrementan la mancha urbana y la temperatura 

Con base en la medición de estaciones meteorológicas que operan desde 1950, el estudio analiza el alza de la temperatura hasta 2010.

Mientras la temperatura media anual en la década de los años 50 era de 17 grados centígrados, para la década del 2010 era de 19 grados.

«Se observó un claro vínculo entre el aumento de la superficie de la mancha urbana y el incremento de la temperatura», concluye Araiza-Olivares.

«En el transcurso de 60 años la temperatura media se incrementó 2 grados, es decir, 0.3 grados por década en promedio».

Una de las estaciones utilizadas para el estudio es la de San Juan de Aragón, la cual entró en operación en 1953. En aquel momento, se ubicaba en la periferia de la Capital, sin embargo, la zona fue urbanizada en los años 60.

«Con el crecimiento de la Ciudad, (la estación meteorológica) fue completamente absorbida por la mancha urbana en los años 60 y esto se reflejó en la aceleración del calentamiento local», anota el trabajo de Araiza-Olivares.

Mientras a inicios del siglo 20 la Ciudad de México tenía una superficie de 16.9 kilómetros cuadrados, en 1990, esta cifra era de mil 160. Para el año 2000, ya eran mil 675 kilómetros y, actualmente, se estima que la mancha urbana abarca 2 mil 352 kilómetros cuadrados.

Respecto a la superficie de áreas verdes urbanas per cápita, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) ha reportado 7 metros cuadrados por habitante.

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