Agua

Presidente de la COP26: Habrá países que estarán bajo el agua

Inicia en Glasgow la cumbre climática cuyo objetivo es impedir que se incremente la temperatura global por encima de 1.5 °C.

La cumbre COP26 de Naciones Unidas, que comienza el día de hoy en Glasgow, ha sido anunciada como una oportunidad decisiva para salvar al planeta de los efectos más calamitosos del cambio climático.

Con un retraso de un año por la pandemia del covid-19, la COP26 tiene como objetivo mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, el límite que los científicos dicen que evitaría sus consecuencias más destructivas.

Debemos salir de Glasgow diciendo con credibilidad que hemos mantenido vivo el 1.5″, dijo ayer Alok Sharma, presidente de la COP26, cuando los delegados comenzaron a llegar a la ciudad escocesa.

«Ya estamos en un calentamiento global de 1.1 grados por encima de los niveles preindustriales», dijo a Sky News. «Con 1.5 habrá países en el mundo que estarán bajo el agua, y es por eso que necesitamos llegar a un acuerdo aquí sobre cómo abordar el cambio climático durante la próxima década».

Alcanzar el objetivo de 1.5°C, acordado en París con mucha fanfarria en 2015, requerirá un aumento del impulso político y el esfuerzo diplomático para compensar la acción insuficiente y las promesas vacías que han caracterizado gran parte de la política climática global.

Las promesas existentes para reducir las emisiones provocarían un aumento en la temperatura promedio del planeta de 2.7°C este siglo, lo que según la ONU sobrecargaría la destrucción que ya está causando el cambio climático al intensificar las tormentas, exponer a más personas a un calor mortal e inundaciones, matar los arrecifes de coral y destruir hábitats naturales.

Además del desafiante telón de fondo geopolítico, una crisis energética global ha llevado a China a recurrir al carbón altamente contaminante para evitar la escasez de energía, mientras Europa busca de más gas, otro combustible fósil.

Ricos y pobres

Al final, las negociaciones se reducirán a cuestiones de equidad y confianza entre los países ricos, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero causan el cambio climático, y los países pobres, a los que se pedirá que descarbonicen sus economías con un apoyo financiero insuficiente.

El Covid-19 ha exacerbado la división entre ricos y pobres. La falta de vacunas y las restricciones de viaje hacen que algunos representantes de los países más pobres no puedan asistir a la reunión.

Otros obstáculos -por ejemplo, las elevadísimas tarifas hoteleras en Glasgow- han avivado la preocupación de que haya una infrarrepresentación de los grupos de la sociedad civil de las naciones más pobres, que son los que corren un mayor riesgo por el calentamiento global.

El covid-19 hará que la conferencia climática sea diferente de cualquier otra, los 25,000 delegados  deberán usar cubrebocas, distanciarse socialmente y producir una prueba de covid-19 negativa para ingresar cada día.

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