Estas son algunas de las graves amenazas a las que se enfrenta nuestro mar en tiempos de cambio climático
Según un informe publicado por la oenegé WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) en el Día Mundial de los Océanos, estos son los peligros que amenazan la salud del Mare Nostrum:
El aumento de temperatura
Debido a su particular geografía, ya que es un mar prácticamente cerrado, y al cambio climático, el Mediterráneo se está calentando a un ritmo 20% más rápido que la mediana del resto de océanos del mundo. Hace tiempo que se habla de la ‘tropicalización’ del Mediterráneo, un hecho que puede afectar al flujo de las corrientes marinas y, por tanto, a las especies que lo habitan.
El comercio marítimo
El intenso tráfico marítimo, tanto en el interior del Mediterráneo, como a través del Canal de Suez o el Estrecho de Gibraltar, aparte de liberar substancias contaminantes para la salud de los ecosistemas, también contribuye a la llegada de especies alóctonas, es decir, que no pertenecen a las aguas de nuestro mar. Algunos de estos seres vivos tienen un potencial invasor y compiten con las especies autóctonas por el hábitat y los recursos, pudiendo llegar a extinguir-las. Se calcula que en los últimos años hemos traído unas mil especies exóticas desde aguas más cálidas, el establecimiento de las cuales se ha visto favorecido por el aumento de la temperatura del Mediterráneo.
La pérdida del fondo marino
A la pesca de arrastre, las anclas de los barcos y el desarrollo costero con fines turísticos, también se le suma el cambio climático: las altas temperaturas y el aumento de la intensidad en las tormentas están acabando con las praderas de Posidonia oceanica, las colonias de gorgonias (coral) y algunos bivalvos, como las nacras, llegando a extinguirlos localmente.
La acidificación del agua
El cambio climático provoca que el agua sea más ácida a nivel global, algo que debilita las estructuras de carbonato cálcico de organismos como moluscos, crustáceos, fitoplancton y los corales. La extinción de estos animales significaría la perdida de hábitat para numerosas especies; tendría consecuencias dramáticas para toda la cadena alimenticia y provocaría una fuerte disminución en la capacidad fijadora de carbono de los océanos.
La sobrepesca
Aparte de la pérdida de especies protegidas debido a unos tipos de pesca no selectivos, la eliminación de grandes depredadores desemboca en grande acumulaciones de organismos de niveles más bajos en la cadena trófica, como las explosiones de medusas en nuestras playas.
En una entrevista para el diario El Periódico, el experto en áreas marinas protegidas de WWF España, Óscar Esparza, argumenta que «las áreas marinas protegidas, bien gestionadas, pueden contribuir mucho a reducir el estrés en las poblaciones marinas«. Por este motivo, el informe de WWF exige a los políticos que endurezcan las acciones climáticas que protejan y fomenten la biodiversidad del Mediterráneo, en las convenciones climáticas venideras, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26).