Aire

La contaminación del aire quitaría a millones de personas más años de vida que fumar, la guerra o el VIH/sida

La contaminación del aire le quita años de vida a miles de millones de personas en todo el mundo y es una amenaza mayor para la esperanza de vida que el tabaquismo, el VIH/sida o la guerra, según un informe publicado el miércoles.

En países donde los niveles de contaminación del aire están por encima de los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas perderían 2,2 años de sus vidas en promedio.

India tiene los niveles más altos de contaminación del aire a nivel mundial y sus residentes podrían llegar a perder, en promedio, 5,9 años, según el índice Air Quality Life Index (AQLI) publicado en un informe anual del Instituto de Políticas Energéticas de la Universidad de Chicago.

¿En dónde podría extenderse la esperanza de vida con una mejor calidad del aire?

Este mapa muestra en qué zonas podría alargarse la esperanza de vida, si los niveles de contaminación del aire cayeran para cumplir con los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud, según cálculos del proyecto Air Quality Life Index del Energy Policy Institute de la Universidad de Chicago.

En el norte de la India, 480 millones de personas respiran aire con niveles de contaminación 10 veces mayores que en cualquier otro lugar del planeta. En algunas partes de esta región, incluidas las ciudades de Delhi y Calcuta, los residentes podrían perder hasta nueve años de sus vidas en promedio si persisten los niveles de contaminación registrados en 2019.

El índice calcula los años perdidos con base en cuál sería la esperanza de vida si un país cumpliera con las pautas de aire limpio establecidas por la OMS.

Los cinco países con el mayor número promedio de años perdidos están todos en Asia. A India le sigue Bangladesh, donde los residentes pierden una media de 5,4 años de esperanza de vida, luego Nepal (5 años), Pakistán (3,9 años) y Singapur (3,8 años).

En América Latina, más de la mitad de los 611 millones de habitantes están expuestos a niveles de contaminación del aire que superan las pautas de la OMS. En toda la región, la contaminación del aire reduce la esperanza de vida en un promedio de cinco meses, pero eso varía mucho según la ubicación. En la capital peruana, Lima, las personas pueden esperar perder un promedio de 4,7 años de sus vidas.¿

Los autores del informe afirmaron que la contaminación del aire estaba impulsada principalmente por el uso y la producción de combustibles fósiles.

El estudio también señala cómo la calidad del aire se ha beneficiado el aire de la pausa en los viajes áereos y la reducción del tráfico y la producción de las fábricas por la pandemia. Sin embargo, al mismo tiempo algunas partes del mundo experimentaron niveles altos de contaminación del aire por los incendios forestales, agravados por condiciones climáticas más cálidas y secas.

Estos eventos «ilustran que la contaminación del aire no solo es un desafío global, sino que también está entrelazada con el cambio climático. Ambos desafíos son causados principalmente por el mismo culpable: las emisiones de combustibles fósiles de plantas de generación de energía, vehículos y otras fuentes industriales», dice el informe, que pide a los gobiernos del mundo que implementen con urgencia políticas para reducir su dependencia de combustibles como el carbón, el petróleo y el gas.

La ‘guerra contra la contaminación’ de China

Sin embargo, hay razones para tener esperanzas. China estuvo entre los cinco países más contaminados desde 1998 hasta 2016. Pero desde que comenzó su llamada «guerra contra la contaminación» en 2013, redujo la contaminación de partículas en un 29%, lo que representa tres cuartas partes de la reducción de contaminación del aire a nivel mundial.

Esa reducción, si se mantiene, les devolvería 1,5 años de esperanza de vida a los chinos, llevándolos a una pérdida promedio de 2,6 años.

«Para poner el éxito de China en contexto, se necesitaron varias décadas y recesiones para que Estados Unidos y Europa lograran las mismas reducciones de contaminación que China pudo lograr en seis años», dice el informe.

De hecho, hubo una época en que a Londres se le decía «the big smoke» por su aire sucio, y Los Ángeles supo ser la «capital mundial del smog».

En la actualidad, los estadounidenses están expuestos a un 62% menos de contaminación por partículas que en 1970 en promedio. Del mismo modo, los europeos están expuestos en promedio a un 27% menos que hace dos décadas.

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