La matanza ilegal de rinocerontes en Sudáfrica está en declive. En 2019, los cazadores furtivos asesinaron a 594 rinocerontes, en comparación a los 769 del año anterior, según el Departamento de Medio Ambiente, Silvicultura y Pesca de Sudáfrica.
Esta alentadora noticia es el resultado del esfuerzo conjunto realizado por distintos socios de conservación como el gobierno, particulares, la comunidad y las organizaciones no gubernamentales.
Aunque la disminución de la caza furtiva es algo positivo, los rinocerontes siguen amenazados por los grupos del crimen organizado y la reducción de lugares disponibles adecuados para que puedan vivir a largo plazo.
“Por sí solos, los esfuerzos para hacer cumplir la ley no pueden hacer frente a las complejas causas económicas y sociales que están detrás de las amenazas de los rinocerontes a largo plazo», menciona el Dr. Jo Shaw, gerente del programa de vida silvestre de WWF-Sudáfrica. “Lo que se requiere es un compromiso con un enfoque holístico que considere la actitud, oportunidad y seguridad de las personas que viven en las áreas protegidas. El papel que juega la corrupción, relacionado inevitablemente con los grupos del crimen organizado, también debe ser abordado”.
El comercio ilegal de vida silvestre implica también a las naciones ya que la demanda de cuernos de rinoceronte en algunos países asiáticos, principalmente China y Vietnam, impulsa este comercio ilegal.
En WWF trabajamos para poner fin a la caza furtiva por medio de nuevas tecnologías y ayudando a los gobiernos y las comunidades locales a proteger a los rinocerontes. También hacemos frente al comercio ilegal y la demanda de cuernos de rinoceronte a través del monitoreo del mercado, la investigación y el cabildeo; colaborando con las empresas de transporte y en línea para ayudarlos a identificar y eliminar los productos de rinoceronte así como otros productos ilegales de vida silvestre; y fortaleciendo los esfuerzos para la aplicación de las leyes locales e internacionales.
