Así es el Jardín de Nemo, una granja completamente submarina que busca el futuro de la agricultura
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Estas estructuras son parte del Jardín de Nemo, una instalación en las aguas de Italia que está probando cómo crecen las plantas en invernaderos submarinos.
A una hora en coche de Génova, en el noroeste de Italia, frente a la costa del pintoresco pueblo de Noli, nueve burbujas de plástico transparentes parecen flotar bajo el agua, su aire atrapado fragante con el aroma de las hierbas.
La instalación, conocida como Jardín de Nemo, es un experimento destinado a probar la viabilidad de los invernaderos submarinos. Las «biosferas» sumergidas consisten en cúpulas de plástico equipadas con equipos hidropónicos, semillas de plantas y ventiladores que circulan aire. Cada cúpula es como “una estación espacial en miniatura”, dice Sergio Gamberini, el inventor del Jardín de Nemo y director ejecutivo de Ocean Reef, una empresa estadounidense-italiana que fabrica principalmente equipos de buceo.