Agua

Un tajo de agua en la selva chiapaneca

El Cañón del Sumidero es un estrecho cañón de gran profundidad situado a cinco kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, México; dentro del municipio de Chiapa de Corzo. Y es desde la ciudad de Chiapa de Corzo desde donde se accede por el río Grijalva a visitar el cañón.

Chiapa de Corzo es un sitio colonial con una gran tradición y cultura. Constituye una de las ciudades más bellas del Estado; localizada a tan sólo 15 minutos de la ciudad capital, su valor radica en su historia, debido a que fue la primera ciudad fundada por los españoles durante el siglo XVI. De Chiapa de Corzo, sobresale el conjunto mudéjar formado por La Pila, fuente de refinada inspiración morisca hecha en ladrillo, única en Iberoamérica, que se supone tiene la figura de la corona española.

Es la parada obligada para acceder al cañón y aprovechar para disfrutar de la comida típica del estado y comprar mil artesanías realizadas por las diversas comunidades indígenas y que se ofrecen al paso obligado al embarcadero desde donde se sale para recorrer el cañón.

Este cañón tiene un acantilado cuya altura va un poco más allá de los 1.000 metros y se levanta sobre el cauce del río Grijalva. La falla geológica se abrió hace aproximadamente 12 millones de años en la Sierra Norte de Chiapas. Tiene muros que se elevan a más de 1.300 metros desde la profundidad de la garganta, donde corren las aguas del Grijalva que atraviesa los estados de Chiapas y Tabasco y desemboca en el golfo de México. En su boca sur, el cañón inicia en Chiapa de Corzo y desemboca en el embalse artificial de la presa hidroeléctrica Manuel Moreno Torres, conocida popularmente como Presa Chicoasén.

El majestuoso balcón natural del Sumidero tuvo como origen un largo proceso de fallas geológicas. Tiene un alto valor ecológico y cuenta con 21,789 hectáreas en cinco municipios del estado de Chiapas, a pocos kilómetros de su capital, Tuxtla Gutiérrez.

El cañón consiste en un imponente acantilado que se eleva sobre el cauce del río Grijalva. Sus muros, que alcanzan los más de 1.000 metros de altura, se han convertido en uno de los paisajes más impresionantes de México, nominado desde hace tiempo para ser una de las Siete Nuevas Maravillas Naturales.

El  Cañón  del  Sumidero es  una falla geológica ubicada  en  la depresión central del estado de Chiapas a la que se le estima una antigüedad de alrededor de 12 millones de años. Es contemporáneo del gran Cañón  del Colorado, y en  México es el cañón de mayor belleza escénica después de las Barrancas del Cobre en Chihuahua.

El  Cañón del Sumidero inicia desde el puente Belisario Domínguez de Chiapa de Corzo y tiene 19 kilómetros de longitud, con una anchura mínima de un kilómetro y una  máxima  de dos. La  profundidad va de 700 a 1.200 metros. Existen dos hipótesis sobre la  formación del Cañón del  Sumidero: una señala que antes habría en la zona una mayor precipitación pluvial que erosionó grandemente y formó un canal natural por el cual entró el río Grijalva y en lugar de dirigirse al noroeste y desembocar en el río La Venta, corrió  por  lo  que posteriormente sería el Cañón del Sumidero, profundizándolo y extendiéndose al norte y noroeste de Tuxtla Gutiérrez (Mulleried 1957 en Colmenero 1978).

La otra teoría señala que parte de la Depresión Central de Chiapas era un antiguo mar; el agua empezó  a infiltrarse en  las  rocas calizas,  disolviéndolas y debilitando el terreno, que ayudado por un movimiento telúrico, cedió una gran faja dando paso al agua, que comenzó a correr tumultuosamente y continuó la obra desgastadora;  cuando se vació aquel mar, el río que seguramente desembocaba en él, no hizo más  que  seguir  su  curso  natural  y  con  el  tiempo,  desgastó  más  el  barranco (Álvarez del Toro 1960 en Colmenero 1978). En el  interior del Cañón se encuentra el río Grijalva, el segundo de más caudaloso en el país y con gran importancia ecológica y económica.

Gran valor ecológico

Por su gran riqueza ecológica, el 8 de diciembre de 1980 se declaró como Parque Nacional Cañón del Sumidero con una extensión de 21,789 hectáreas. El 22 de febrero de 2004, el área del parque también fue declarada como sitio Ramsar en México.

La relevancia del Cañón del Sumidero es tal que forma parte del escudo de Chiapas. El Escudo de Chiapas originalmente fue otorgado por el rey Carlos I de España y V de Alemania, mediante real cédula del 1º de marzo de 1535, a solicitud del síndico procurador Juan Méndez de Sotomayor, a la naciente villa española de San Cristóbal de los Llanos de Chiapa (hoy San Cristóbal de Las Casas), por los méritos y peligros que pasaron sus pobladores hispanos en la conquista y colonización de la provincia de las Chiapas.

Proclamada la Independencia (1821), y después la Federación de Chiapas a México (1824), la real cédula en la que se concedieron las armas heráldicas a la antigua San Cristóbal de los Llanos fue abrogada por decreto de 1826, promulgado por el general Guadalupe Victoria, presidente de la República Mexicana.

Posteriormente, a partir de 1892, al trasladarse los poderes de San Cristóbal de Las Casas a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, por costumbre se adoptó como emblema del estado de Chiapas, haciéndole ligeras modificaciones: a la torre se le agregó una parte del castillo; las sierras se pintaron como dos cerros cortados a tajo; los leones fueron hechos más reales.

Por sus dimensiones y vegetación tropical exuberante, este cañón es un importante atractivo y el proyecto de conquista del Cañón del Sumidero nace desde la llegada de los españoles a tierra chiapaneca. En 1527, el capitán Luis Marín intenta esta travesía pero falla en su intento.

En 1534 aconteció la memorable batalla del Tepetchía. Bernal Díaz del Castillo asegura que al no poder vencer los chiapas a su enemigo invasor, prefirieron morir arrojándose del peñón de Tepetchía en lo alto del Cañón del Sumidero.

En 1869, el grupo francés de los hermanos Foudon y Pedro Gastinel, trató de atravesar el Cañón del Sumidero, falleciendo todos en la aventura. De 1915 a 1922, el maestro Marcos E. Becerra y un grupo de chiapanecos realizan avances de importancia, pero no se lanzan a la gran aventura; se tiene conocimiento de que fue el primer grupo que exploró la parte superior del cañón.

El 17 de mayo de 1958, el Heroico Colegio Militar, en una expedición perfectamente equipada, al mando del general y ex gobernador de Chiapas, Francisco J. Grajales, se proponen cruzar el Cañón, desistiendo después de muchos contratiempos. Hasta la fecha, esa fue la expedición que más había penetrado el Cañón del Sumidero: unos dos o tres kilómetros desde el paraje La Ceiba.

En agosto de 1959, un grupo capitaneado por Georgie White Clark, la Mujer de los Ríos, penetra un pequeño tramo y regresa, después de constatar que la travesía es superior a sus fuerzas. En ese mismo año, dos meses antes, el explorador español Francisco Fernández Alberdi se internó una mañana en un bote construido por él mismo; nunca se supo de la suerte que corrió dentro del caudaloso río Grijalva.

En abril de 1960 fue conquistado el Cañón del Sumidero, hazaña que realizó el grupo chiapaneco Pañuelo Rojo. El 31 de marzo de 1960; antes de esa fecha el cañón del sumidero estuvo inexplorado en sus 25 kilómetros de longitud.

El embalse calma las aguas

Con la construcción de la Presa Chicoasén, el caudaloso Grijalva fue ligeramente domado con un vaso regulador de una elevadísima cortina donde está la planta hidroeléctrica de Chicoasén, considerada entre las de mayor capacidad en el país. Esto permitió el tránsito por el cañón en forma segura la mayor parte del año. La presa hidroeléctrica de Chicoasén, una de las mayores obras mexicanas de ingeniería hidráulica, tiene un embalse de 32 kilómetros de largo que abarca la totalidad del cañón.

Con la construcción de la hidroeléctrica Manuel Moreno Torres sobre el río Grijalva, los ecosistemas fueron modificados y desaparecieron las riberas limo-arenosas utilizadas por el cocodrilo de río para anidar, situación que causó una lenta reproducción de esta especie.

En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el zoológico regional Miguel Álvarez del Toro, mejor conocido por ZOOMAT, inició en 1993 un programa encaminado a proteger la población de cocodrilos que habita la zona del cañón del Sumidero. Por su riqueza ecológica fue decretado Parque Nacional el 8 de diciembre de 1980.

La manera más cómoda y habitual de llegar es en automóvil o autobús con un recorrido guiado que puede incluir un recorrido en lancha hasta el lago formado por la presa Chicoasen. Otra alternativa, la más espectacular por su sensación de aventura, y la que me permitió tomar las fotos que les ofrezco, es llegar en lancha, zarpando desde los embarcaderos de la rivera de Cahuaré o de la ciudad de Chiapa de Corzo.

Los gradientes de luz y calor sobre las paredes y salientes, y los abundantes escurrimientos propician varios microclimas que se observan en la vegetación y la fauna a diferentes alturas, mientras que en las profundidades salpicadas por murallas calcáreas de caprichosas formas resaltan verdes y rojas las bromelias. Unos 1.000 metros arriba hay pinos y encinos. El calor dentro del cañón, a nivel del agua y la humedad del ambiente, alteran en forma importante el paisaje y las sensaciones al recorrerlo.

En las laderas con pendientes suaves menos iluminadas hay ceibas, ocotes y ramones donde se refugia el mono araña, a salvo de los cocodrilos que merodean. Los jaguares y otros felinos que habitaron estos parajes han sido desplazados por la presencia humana. No así numerosas variedades de aves a las que aún les sobra espacio para mantenerse a distancia como halcones, patos, garzas, peliíanos y en un día de suerte, algún águila arpía.

Biólogos de ZOOMAT consideraron importante proteger y apoyar la conservación del Crocodylus acutus llevando a cabo diferentes acciones in situ y ex situ, tales como la colecta de huevos y crías silvestres, la reproducción en cautiverio, la liberación de animales desarrollados en el zoológico y el monitoreo continuo de la población de cocodrilos del parque. Así nació el Programa de Liberación de Crías de Crocodylus acutus en el Parque Nacional Cañón del Sumidero. Un recorrido sensacional

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