El calentamiento climático va a recrudecer las consecuencias de las erupciones volcánicas de gran magnitud, amplificando el enfriamiento temporal que sigue a este tipo de eventos, alertaron el jueves investigadores británicos.
“Las erupciones de gran envergadura tendrán efectos más importantes a medida que el clima siga calentándose”, explican en un comunicado los investigadores de la universidad de Cambridge y de la Agencia Metereológica Británica (Met office).
Según su estudio, que será publicado en la revista Nature Communications, las columnas de cenizas y de gases emitidos por las erupciones volcánicas importantes se elevarán cada vez más alto en la atmósfera y las materias volcánicas relacionadas con las erupciones se propagarán más rápidamente por el globo.
El efecto combinado de estos dos fenómenos bloqueará la llegada del sol a la superficie de la Tierra, lo que “ampliará considerablemente los efectos del enfriamiento temporal” que se producen después de una erupción, un aumento del orden del 15%.
A título de ejemplo, la erupción del monte Pinatubo en Filipinas en 1991 y su columna de humo – la segunda mayor del siglo XX- afectó a todo el planeta, haciendo caer las temperaturas mundiales un 0,5°C en 1992.
En cambio, para las erupciones menos importantes como las que suelen producirse cada año, un fuerte calentamiento climático reduciría en un 75% los efectos de los enfriamientos temporales.
Según los investigadores, el deshielo de los casquetes polares debería “aumentar la frecuencia y el tamaño de las erupciones volcánicas en lugares como Islandia”.
“El cambio climático no es un fenómeno futuro, ya está aquí, como lo demuestra claramente el informe del Giec publicado esta semana”, advirtió la investigadora Anja Schmidt, coautora del estudio.
Este informe de expertos de la ONU sobre el clima, publicado el lunes, afirma que el calentamiento global se produce mucho más rápidamente de lo previsto y que los humanos, “indiscutiblemente” responsables, no tienen otra alternativa más que reducir drásticamente las emisiones de gas de efecto invernadero si quieren limitar los daños.
Estima que también es “probable” que al menos una gran erupción volcánica se produzca en el siglo XXI y asegura que “reduciría durante uno a tres años las temperaturas, en particular sobre la superficie terrestre, y alteraría las precipitaciones extremas”.