Por José Antonio Alcaraz
Dos grietas, que en conjunto alcanzan 130 metros de longitud, acabaron con el patrimonio de Zeferino y doña Tecla, afectaron otras 6 viviendas y dejaron en la incertidumbre a 22 familias en la comunidad Temango, Tlanchinol.
Temango es una de las 84 comunidades indígenas de Tlanchinol, ubicada al norte de la Sierra Alta de Hidalgo. Está a 193 kilómetros de Pachuca, capital de Hidalgo, y, al norte colinda con San Luís Potosí; además, alberga a cerca de mil habitantes hablantes de náhuatl.
De acuerdo con los dos principales afectados, quienes dicen que la grieta se originó por el retiro de piedras y movimientos de maquinaria pesada, que se utilizan para la ampliación de la carretera Tlanchinol-Tianguispicula-Tamazunchale.
Mientras, especialistas de la UNAM y el IPN han concluido que este fenómeno de agrietamiento de la tierra se debe a muchos factores, entre ellos que el asentamiento está sobre bloques de lajas, que por las lluvias recientes, se formó un material arcilloso el cual generó el corrimiento de la tierra.
DOS DÉCADAS DE TRABAJO
En minutos, Zeferíno Hernández Hilarión, de 66 años, vio como el patrimonio que edificó desde los 20 años, prácticamente, era tragado por la tierra: la casa que heredaría a sus hijos quedó inhabitable.
«Yo vivía ahí en esa casa. Cuando tenía 20 años compré el terreno y comencé a trabajar duro para irla construyendo. Me costó sudor, hambre y malas pasadas, pues a veces comía y otras no», comentó el vecino de Temango, quien desde joven migró a la Ciudad de México a trabajar de albañil.
Su casa es la que resultó más afectada. El piso se abrió, varias paredes y puertas se vinieron abajo. Ésta se ubica en la esquina del camino que viene de la localidad Hueyapan y que conecta con Temango y va a la comunidad Jalpan.
FUERON LAS MÁQUINAS, NO LA LLUVIA
Eran como las 12:30 del 28 de mayo, recuerdo que estaba haciendo calor, cuando se escuchó como tronó la tierra, mi casa se comenzó a cuartear y tuve que salir… esto no fue provocado por la lluvia (como dijeron las autoridades), sino por las máquinas que estaban quitando piedras para la carretera que va a Tamazunchale (estado de San Luís Potosí)», dijo en entrevista.
Don Zeferino se refiere a la obra de ampliación de la carretera Tlanchinol-Tianguispicula-Tamazunchale, la cual es realizada con recursos del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) y el gobierno local.
La grieta que atravesó su casa es de 90 metros de largo por 1.60 de ancho. Hoy don Zeferino, quien actualmente se dedica a cultivar café, maíz y plátano, calcula que el valor de su vivienda es de aproximadamente 3 millones de pesos.
Esto (la grieta) no fue provocado por la lluvia sino por las máquinas que están construyendo el camino. No estoy diciendo mentiras, aquí está la prueba (muestra desde su celular una fotografía de una retroexcavadora sacando una piedra) y esto fue provocado».
Debido a esta situación, el sexagenario tuvo que rentar a una casa cercana. Paga alrededor de mil 500 pesos mensuales, pues ocupa dos viviendas, ya que tiene varios objetos que rescató su vivienda ocupan espacio.
Al saber la noticia, sus hijos, que viven y trabajan en Monterrey, fueron a verlo.
Hasta lloraron, pues me decían ´y ahora dónde vas a vivir´, este es mi patrimonio que pensaba dejarles a ellos, pero ahorita no tengo prácticamente nada. Espero me lo repongan no pido limosna».
LA CASA DE MARÍA TECLA
El pasado 3 de junio, una segunda grieta de 40 metros, en forma de herradura, partió la casa de madera y techo de lámina de doña María Tecla Melo Caraza, mujer indígena de 68 años, nacida en Temango. Aunque ya no la habitaba al cien por ciento, era su patrimonio.
Por fortuna, ese día doña Tecla no estaba en la casa. Desde hace unos días estaba de visita con su hija, en Chalahuiapan, cerca de Huejutla. La sexagenaria vende ropa usada y desde hace un tiempo tiene diabetes.
Cuando me informaron que se cayó mi casa, casi se me enchueca la cara, me estaba queriendo dar una parálisis de la impresión. No pude expresar lo que estaba pasando, solamente me acordaba… era triste, porque son muchos recuerdos que viví en esa casa», dijo entre lágrimas.
La casita de madera tenía más de 30 años. La construyó quien fuera su esposo, tras migrar a la Ciudad de México en busca de trabajo, la abandonó. Sin embargo, doña Tecla no le guarda rencor, pero la casa tenía un valor sentimental.
Ahí prácticamente crie a mis tres hijos. Hicimos mucho esfuerzo y sacrificio para tenerla y ver que de la noche a la mañana desapareció es muy triste para mí. Aunque ya no iba mucho (a la casa) pues mis hijos no quieren que esté sola, al final es un patrimonio que uno tiene y que construye con el tiempo».
Cuando regresó a su casa, en Temango, doña Tecla quiso sacar algunas pertenencias y llevarse unas láminas y maderas que estaban en buen estado; sin embargo, los elementos de Protección Civil de Tlanchinol no la dejaron, era riesgoso.
Ella no tenía muchas pertenencias, comentó que hace tiempo se metieron a robar a la vivienda. Tenía solo lo indispensable porque últimamente había estado viajando con sus hijos a Huejutla, Tianguistengo y Monterrey.
Las autoridades no me han dicho nada. Nos dijeron que nos van a hacer una encuesta a todos los que resultamos afectados, hoy vine a ver eso, a ver qué nos dicen. Es un patrimonio que pensaba dejar a mis hijos, pero ellos me dijeron que mejor lo vendiera… ya había un cliente. Bendito sea Dios que no la compró, pues así no perdió, ante todo hay que ser honestos», concluyó la mujer de 68 años.
GEÓLOGOS EXPLICAN LA FORMACIÓN DE LA GRIETA
De acuerdo con el peritaje realizado por expertos en geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el fenómeno de agrietamiento de la tierra se debe a muchos factores.
Recientemente Luis Adrián López Flores, maestro en Mecánica de Suelos por la UNAM y Virgilio Carlos Rodríguez Lara, geólogo por el IPN, visitaron por separado la zona de desastre en Temango.
En su reporte señalan que el agrietamiento del suelo se debe a varios factores, pues la orografía está constituida por bloques de lajas (losas) que están cimentadas unas sobre otras.
Debido a que entre estas lajas hay material arenoso, con la presencia de agua de lluvia, las losas se deslizaron una sobre otra; esto debido a que se formó un material arcilloso que al estar en intemperie formó una sustancia jabonosa llamada lutita, ocasionando el corrimiento de la tierra.
Otro factor que influyó fue el ángulo inclinado en el que está el asentamiento rural, que con la gravedad facilitó el movimiento de la tierra.
La primera grieta se formó el 28 de mayo. Es de 90 metros de largo por 1.60 metros de ancho; posteriormente, el 3 de junio, se presentó otra grieta en la parte superior de la zona, con una longitud de 40 metros de largo y un metro de ancho en forma de herradura y que afectó a más viviendas.
PÉRDIDA TOTAL
De acuerdo con Gerardo Tolentino Torres, director de Obras Públicas de Tlanchinol, son ocho viviendas afectadas, de las cuales dos son pérdida total (la de la señora Natividad de la Cruz y el señor Zeferino Hernández Hilarión).
Ya se tomaron cartas en el asunto. El presidente municipal, Marco Bautista Medina, giró instrucciones a esta Dirección de Obras Públicas para la construcción, en otro sito, de esas dos viviendas que son pérdida total», indicó el funcionario municipal.
De las seis casas restantes, dijo, cuatro están al margen de la grieta y que pudieran estar afectadas de manera indirecta en el área de observación. Sin embargo, es la Subsecretaría de Protección Civil de Hidalgo la que continúa evaluando si hay más viviendas en riesgo.
UN MILLÓN DE PESOS PARA LOS AFECTADOS
Gerardo Tolentino detalló que para la construcción de las dos viviendas afectadas el gobierno Tlanchinol destinará alrededor de un millón de pesos del erario.
La ubicación de los predios donde se construirán las dos viviendas, las cuales estarán en Temango, fue gracias a una asignación de las propias autoridades comunales.
MUROS DE CONTENCIÓN
A sugerencia del geólogo Virgilio Carlos, se están construyendo dos muros de contención para frenar el corrimiento de la tierra y con ello evitar que más viviendas puedan ser afectadas.
El primer muro es de 100 metros, estará ubicada a un costado de la carretera; mientras, el segundo será de 40 metros y se ubicará en la parte superior de la zona afectada.
Esta solución fue propuesta por un geotecnista, especialista en mecánica de suelo, y que nos hizo la sugerencia de hacer el muro con a base de micro pilotes para que ayude a que el terreno ya no se deslice», explicó el director de obras públicas del municipio.
Respecto a la inquietud de Zeferino Hernández, quien asegura que la falla se debió al movimiento de la maquinaria pesada y retiro de rocas, el funcionario del municipio reiteró que este fenómeno, como lo explicaron los especialistas, fueron ocasionados por varios factores.
No existen los elementos suficientes para afirmar que la falla o la grieta haya sido ocasionada por el movimiento de maquinaria, los equipos de compactación o de algún otro tipo; más bien, nos mencionan que son por varios factores que influyeron», concluyó.
PERÍMETRO DE RIESGO
La Subsecretaría de Protección Civil de Hidalgo y de Tlanchinol delimitó un polígono de observación en el cual se determinó que son 22 familias que pudieran estar en riesgo en dicha zona.
Aunque no todas fueron desalojadas terminantemente, se les invitó a irse a un albergue, instalado en la Escuela Primaria General Vasco de Quiroga de la localidad, donde colocaron colchonetas, habilitaron regaderas y hay víveres para las personas afectadas. Sin embargo, el lugar estaba vacío.
Las puertas de las instalaciones están abiertas. Sin embargo, muchas de las familias afectadas han preferido irse con algún familiar o amigo. Se les ha invitado y notificado en varias ocasiones, tanto Protección Civil del Estado como personal del DIF del municipio», concluyó Gerardo Tolentino.
LOS OTROS DAMNIFICADOS
Margarito N., quien vive a menos de 10 metros de la casa de María Tecla, tuvo que dejar su casa y la comodidad de la energía eléctrica y el agua que esta le brindaba, para irse a un jacal que tiene más debajo de la comunidad.
Mi casa no está afectada hasta el momento, pero por seguridad me salí de aquí con todas mis cosas. Solo subo de vez en cuando a echarle un ojo y a lavar ropa, pues aquí sí hay agua y luz», comentó.
Días después que ´se cayó´ la casa de su vecina, acudieron a su domicilio elementos de Protección Civil Municipal para advertirle del riesgo que existe en esa zona y lo invitaron a acudir a un albergue.
Me dijeron que estaba peligroso, que me fuera al albergue que pusieron en la (escuela) primaria, pero la verdad mejor decidí irme a una casita que tengo abajo, así que tomé mis cosas y me fui. Aunque no es lo mismo, pues acá (en la casa en riesgo) tengo luz y agua y en la otra no, tengo que estar acarreando (el líquido)», indicó.
En ese mismo dilema está el señor Juan Antonio Perfecto Lucas, quien al igual que su vecino, Don Margarito manifestó su preocupación pues su casa está en el polígono de riesgo; sin embargo, él y su familia siguen viviendo en el mismo sitio.
Queremos que se pueda arreglar esto (con los muros de contención) para que sigamos en nuestras casas, es nuestro patrimonio y nos ha costado mucho esfuerzo tenerlo», concluyó don Margarito.
Fuente: La Silla Rota