Un grupo de investigadores de la Universidad de Helsinki señaló que, además de ser gran amenaza para la biodiversidad, el comercio de vida silvestre puede causar problemas de salud pública global y una grave pérdida económica en todo el mundo por brotes de enfermedades, como podría ser el caso de COVID-19.
Los especialistas denunciaron que a pesar de su gran importancia ecológica y socioeconómica, no se ha realizado un análisis exhaustivo de los patrones globales del comercio de vida silvestre.
«Este delito a menudo tiene conexiones con el crimen organizado, involucrados en el tráfico de drogas, el fraude y otros negocios ilegales, también están activos en el comercio de vida silvestre a lo largo de las rutas utilizadas para otros tipos de productos ilícitos, señaló Caroline Fukushima, investigadora del Museo Finlandés de Historia Natural, y de la Universidad de Helsinki.
Sobre la base de tales preocupaciones, los especialistas buscaron describir la importancia de todos los principales grupos de organismos en el comercio mundial de vida silvestre y exigen más investigación sobre los grupos descuidados.
Este fenómeno de comercio mundial de vida silvestre es mucho más complejo y extendido de lo que se reconoció anteriormente, remarcó Stefano Mammola, investigador del Consejo Nacional de Investigación de Italia.
Aunque esta actividad afecta a todas las ramas del árbol de la vida, desde hongos hasta plantas, desde pequeñas especies marinas, hasta grandes mamíferos terrestres, se presta más atención al comercio de una pequeña selección de especies carismáticas, que evita el desarrollo integral y estrategias efectivas de conservación, destacó Mammola, coautor de la investigación.
Por otra parte, el equipo reveló que a escala mundial, el comercio de madera es el más relevante en valor monetario, y las plantas emergieron como el grupo más comercializado.
Debido a la obvia ilegalidad del tráfico de vida silvestre, es difícil obtener datos sistemáticos y confiables. Para algunos grupos, como los invertebrados, las especies incluidas en la CITES o en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN son sólo la punta del iceberg, indicó.
El número de especies comercializadas en estas bases de datos son subestimadas, ya que la mayoría de las especies nunca han sido evaluadas por su relevancia en el negocio comercial, refirió Mammola, especialista en ecología.
Finalmente, los investigadores concluyeron que el desafío es mapear el comercio global de todos los seres vivos, averiguar qué impulsa dicho comercio y encontrar formas de combatir el tráfico, porque es urgente tomar estos asuntos en serio, ya que sus consecuencias van mucho más allá de la supervivencia de las especies silvestres.