La propuesta para reformar la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), del presidente López Obrador, atenta contra la calidad de vida de los ciudadanos al fomentar un modelo eléctrico cuya implementación favorece mayores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y contaminantes climáticos, cuyos impactos en la salud y en el ambiente han sido científicamente comprobados.
El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire junto con otras 18 asociaciones defensoras del ambiente, manifestaron su preocupación sobre la iniciativa e hicieron un llamado a los legisladores del Congreso de la Unión para que tomen en cuenta su impacto en materia ambiental.
La Iniciativa pone en riesgo el cumplimiento de los derechos humanos a la salud y al ambiente sano, pues al relegar el despacho de energía de los proyectos de energías renovables y favorecer antes a las hidroeléctricas y a las centrales más contaminantes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que generan energía a partir de carbón o combustóleo, se favorecen proyectos que generan emisiones de gases con comprobados efectos en a) la salud, tales como enfermedades y trastornos respiratorios por efecto del material particulado derivado de dichos proyectos y b) en el ambiente, pues los GEI son la principal causa del cambio climático y algunos de ellos contribuyen también a la contaminación atmosférica, indicaron en un posicionamiento.
La Iniciativa profundiza la pobreza energética, pues cabe recordar que las energías renovables, lejos de poner en riesgo el sistema eléctrico nacional, pueden construir un sistema más resiliente, justo y accesible.