Ante la emergencia sanitaria que enfrenta la humanidad por la pandemia del virus Covid-19, la higiene adquiere una vital importancia que implica el constante y profuso lavado de manos, la desinfección de la ropa, de superficies y objetos de uso común como interruptores de electricidad, picaportes, perillas y llaves, pasamanos y mesas, entre otros, con el fin de evitar un eventual contagio que en algunos casos puede ser mortal.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales recomienda un uso razonable de productos químicos para desinfectar posibles áreas contaminadas, ya que algunos contienen sustancias corrosivas, reactivas, tóxicas, explosivas o inflamables, los restos de las mismas y sus envases se convierten en residuos peligrosos, por lo que se deben manejar con cuidado y hacer uso de las indicaciones de las etiquetas, con el fin de evitar problemas de salud que pueden ir de leves a severos, y de inmediatos a crónicos.
La ciencia química ha generado una amplia gama de sustancias que facilitan la limpieza y desinfección personal y doméstica, la erradicación de la fauna nociva y los microorganismos –bacterias, hongos y virus–, cuya proliferación constituye una amenaza a la salud de las personas, de alguna comunidad o de un país al convertirse en epidemia. Sin embargo, está demostrado que el uso de agua y jabón para desinfectar es una de las mezclas que mejor combaten al Covid-19.
El grado de toxicidad de los productos de limpieza depende del grado de concentración, de la cantidad que se utilice, del espacio donde se apliquen, de sus mezclas y de las medidas de precaución que se tomen al usarlos.
Desconocer o ignorar las reacciones que ocasiona la mezcla de dos o más de las sustancias químicas lleva a prácticas riesgosas como combinar cloro y amoniaco; o cloro, alcohol y vinagre, que al buscar “asegurar” que el área quede libre de microbios, trae efectos a quien lo usa como dolor de cabeza, irritación de ojos y vías respiratorias o malestares mayores, a veces acumulativos, que pueden derivar en padecimientos hepáticos, renales, alergias, e incluso cáncer y hasta la muerte.
Por ejemplo, la sal llamada hipoclorito de sodio está presente en muchos limpiadores domésticos por ser un desinfectante germicida, pero también tiene un potencial de toxicidad, y mezclada con cualquier otro producto de limpieza puede incrementar su toxicidad y generar el gas diatómico cloro.
¿Por qué evitar combinaciones de productos de limpieza en el hogar?
- Cloro y amoníaco. Al mezclar ambas sustancias, se puede formar la cloramina, que al ser inhalada provocará quemaduras en la mucosa del sistema respiratorio debido a la formación de ácido clorhídrico generando dificultad para respirar.
- Cloro y vinagre. Produce gas cloro el cual puede provocar tos, dificultad para respirar, quemadura en ojos y mucosa de la nariz.
- Cloro y alcohol en gel. Puede producir cloroformo, compuesto químico altamente tóxico que se absorbe por la piel, y ácido muriático que al ser altamente corrosivo puede afectar el sistema nervioso, ojos, hígado y piel.
- Vinagre y agua oxigenada. Produce ácido peroxiacético o peracético sustancia altamente corrosiva y peligrosa que al estar en contacto con ella provoca irritación en la piel, mucosas de la nariz y pulmones.
De la imaginería popular surgen recomendaciones de mezclas químicas que poco o nada contribuyen a combatir el Covid-19 porque no todos los productos son desinfectantes ni eliminan virus, es decir, no eliminan el Covid-19. Algunos sólo son bactericidas y sanitizan, pero mezclarlos puede tener resultados adversos para la salud humana a corto, mediano o largo plazo.
Una de las recomendaciones generales cuando se usan los productos químicos antes mencionados es mantener el área ventilada, usar guantes y gafas, y mantenerlos en áreas alejadas de los niños y las mascotas en envases etiquetados y nunca de bebidas.
Basten dos ejemplos para seguir esta recomendación: la sosa cáustica y el ácido sulfúrico que contienen productos para limpiar estufas, hornos y destapar cañerías producen gases peligrosos, que pueden causar quemaduras en la piel y ceguera si entran en contacto con los ojos. Además, pueden ser mortales si se ingieren.
Es conveniente que al adquirir un producto químico de limpieza se valore no solo su bajo costo o efectividad, sino también los peligros que entraña su uso, así como seguir las recomendaciones y advertencias que el fabricante exhibe en el etiquetado, ya que, de ocurrir un accidente, como sería la ingesta accidental o la quemadura de la piel, presentar mareo o sensación de asfixia, se debe recurrir a dichas indicaciones e incluso a las hojas de seguridad.