Tierra

¿Qué ven los animales en las estrellas?

La contaminación lumínica de nuestras ciudades cada vez afecta a más especies nocturnas

Hoy en día nos es difícil imaginar una larga travesía marítima sin precisar de sistemas de navegación por satélite, como el GPS. Antes de la llegada de la era digital, nuestros antepasados cruzaban los océanos usando un método mucho más ligado a la observación de la naturaleza, la navegación astronómica. Una ciencia milenaria, y a la vez un arte, que consistía en orientarse mirando a las estrellas, en leer el cielo para conocer su posición y rumbo en alta mar.

Sin embargo, millones de años antes de la aparición del ser humano, múltiples especies de animales nocturnos ya miraban a los astros para guiarse y adecuar sus comportamientos y ciclos vitales. Un ejemplo serían los  escarabajos peloteros, que usan las estrellas para guiarse en la noche mientras transportan sus bolas de estiércol, según descubrieron en Sudáfrica hace más de diez años los investigadores Marie Dacke y Eric Warrant, de la Universidad de Lund. 

En sus observaciones, vieron como los escarabajos se reunían alrededor de las pilas de estiércol y escogían minuciosamente cada porción para crear unas bolas más grandes que ellos mismos. Al acabar, se subían a su creación y miraban al firmamento. Al tener ojos compuestos, en lugar de puntitos en el cielo, se podría decir que veían las estrellas como manchas, algo que les resultaba muy útil para diferenciaran la línea que crea la Vía Láctea, fundamental para orientarse y hacer rodar su bola en una línea recta casi perfecta.

Una década más tarde, la ahora Dra. Dacke, sigue convencida de que son muchos los animales que se orientan mirando a las estrellas. Durante este tiempo, ha seguido estudiando a los escarabajos peloteros sudafricanos. No obstante, en la actualidad algo ha cambiado. Según su último estudio publicando en la revista Current Biology, los escarabajos que viven cerca de ciudades se están desorientando debido a la contaminación lumínica.

Pese a este hecho, los escarabajos no se han quedado de patas cruzadas ante la amenaza. Según el nuevo trabajo de la Dra. Drake, estos coleópteros se han visto forzados a recurrir a una estrategia de balizamiento, es decir, a confiar en balizas o señales brillantes que encuentran en su camino a ras de suelo. Este cambio de comportamiento podría resultar en una atracción hacia luces artificiales, aumentando la competición entre individuos y reduciendo su eficiencia de dispersión.

Como era de esperar, los escarabajos peloteros no son los únicos afectados por la contaminación lumínica. Durante las migraciones de las focas moteadas, las pulgas de playa, las polillas y numerosos pájaros migradores, entre muchas otras especies, poder ver el cielo es algo fundamental. 

Por este motivo, los autores del estudio, en una entrevista para el The New York Times, concluyen “proponemos que los esfuerzos futuros para mitigar el impacto de la contaminación lumínica se centren, no solo en preservar la oscuridad nocturna desde una perspectiva humana, sino también en minimizar la perturbación de las señales brújula de las que dependen muchas especies nocturnas”.

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