Agua

Propone UNAM recuperar lagos y ríos de Valle de México

Una nueva manera de rescate para ríos, lagos y manantiales del Valle de México ha propuesto la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que implica estudiar qué pasaría si se frenara el modelo implementado hace cuatro siglos, basado en expulsar el agua de esta zona.

Para la ejecución de este plan, aclara la UNAM, es importante también analizar qué tendría que realizarse para lograr un equilibrio y que estos cuerpos de agua no representen una amenaza, no hundan la región y la perjudique en caso de que se lleve a cabo dicha propuesta académica.

El plan de acción presentado por el exsecretario académico del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), Arsenio González Reynoso, de la máxima casa de estudios del país, ubica que esta es un área seca porque desde hace 400 años se deseca, y hoy seguimos luchando contra las reminiscencias de la hidrología de la zona.

Si el sistema hidráulico con el que se está combatiendo esta hidrología dejara de funcionar, sería cuestión de meses o años para que se reconstituyeran los lagos, la hidrología natural”, aseguró el director del PUEC, Javier Delgado Campos, e investigadores del referido programa, durante el panel de expertos “Hacia el rescate de ríos, manantiales y cuerpos de agua en el Valle de México

El Valle de México, expuso Delgado Campos en la mesa efectuada a distancia, organizada por el PUEC, la cuenca se ha transformado de manera drástica al secarla y alterar el microclima. Originalmente, era una cuenca cerrada, cuyas aguas no llegaban al mar, pero en donde se realizaron diversas obras para sacarlas.

Los expertos identifican que estas acciones se iniciaron con la la apertura del Tajo de Nochistongo, seguido por la inauguración del Gran Canal del Desagüe en 1900; del Drenaje Profundo en 1975, y con la construcción del Túnel Emisor Oriente inaugurado durante el sexenio del presidente Felipe Calderón.

En la recuperación de los cuerpos de agua en el Valle de México, sugieren los académicos, se debe abordar el asunto a partir de una visión multi y transdisciplinaria, pues además de planear la cuestión hidrológica implica realizar gestiones, lograr consensos y acuerdos entre diferentes actores y niveles de gobierno.

Este modelo “sanitarista”, manifiesta el también becario posdoctoral del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Zamora Saenz, buscaba expulsar el agua pluvial y fluvial lo más rápido posible de la urbe para evitar posibles inundaciones y focos de infección durante el estiaje; prácticamente había una percepción de que eran elementos indeseables. El plan coexiste con otros de rehabilitación y/o recuperación integral de estos cuerpos.

En el proyecto de rescate del Río Magdalena se consideró que podía ser punta de lanza para acelerar la transformación del modelo “sanitarista” a uno de recuperación integral, pero también dio lugar a un debate respecto a qué tanto se quieren recuperar las condiciones originales de un sistema socio-ecológico al intervenirlo, dijo.

Zamora Saenz por último refirió que se puede buscar sanear el cauce de un río, o bien efectuar la recuperación integral que implica planear a nivel de cuenca; desarrollar proyectos multi-objetivos para evitar inundaciones; establecer plantas de tratamiento; recuperar la vegetación, proteger manantiales; y recobrar espacios urbanos para que el río sea de contemplación, encuentro social y desarrollo económico.

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