Cuando se piensa en los pingüinos, suele venir a la mente la imagen del ave que se pasea por la nieve o nada en las gélidas aguas de la Antártida.
Pero los pingüinos no se originaron en la Antártida, como los científicos han creído durante años; evolucionaron por primera vez en Australia y Nueva Zelanda, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley.
El estudio, que se llevó a cabo en colaboración con museos y universidades de todo el mundo, analizó muestras de sangre y tejido de 18 especies diferentes de pingüinos. Utilizaron esta información genómica para mirar atrás en el tiempo y rastrear el movimiento y la diversificación de los pingüinos durante milenios.
“Nuestros resultados indican que el grupo de la corona (grupo de una especie que incluye a los integrantes vivos y a sus antepasados) de pingüinos se originó durante el Mioceno (período geológico) en Nueva Zelanda y Australia, no en la Antártida como se pensaba anteriormente”, dijo el estudio, publicado el lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences. “Los pingüinos primero ocuparon ambientes templados y luego se desplazaron a las frías aguas de la Antártida”.
Los pingüinos se originaron en Australia y Nueva Zelanda hace 22 millones de años, sugieren los investigadores; luego, los antepasados de los pingüinos rey y emperador se separaron y se trasladaron a las aguas antárticas, probablemente atraídos por el abundante suministro de alimentos allí.
Estos hallazgos también apoyan la teoría de que los pingüinos rey y emperador son el “grupo hermano” de todos los demás linajes de pingüinos, lo que agrega otra pieza al acertijo, debatido durante mucho tiempo, sobre dónde se ubican exactamente estas dos especies en el árbol genealógico.
Luego, hace unos 12 millones de años, el Pasaje Drake, el cuerpo de agua entre la Antártida y el extremo sur de América del Sur, se abrió por completo. Esto permitió a los pingüinos nadar por todo el Océano Austral y extenderse más a las islas subantárticas, así como a las regiones costeras más cálidas de América del Sur y de África.
Hoy en día, las aves no voladoras todavía se encuentran en Australia y Nueva Zelanda, así como en la Antártida, América del Sur, el Atlántico sur, África meridional, las islas subantárticas, del Océano Índico y las regiones subtropicales.
Durante el estudio, los investigadores también descubrieron un nuevo linaje de pingüinos, que aún no ha recibido una descripción científica.