Agua

La importancia de las áreas marinas protegidas

Los océanos generan la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorben una gran cantidad de emisiones de carbono, regulan el clima y alimentan a la población mundial. Además, el valor de los océanos como activo total asciende a 24 billones de dólares, asegura el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Sin embargo, la ciencia ya ha demostrado que el 66 % de los océanos se encuentra deteriorado (PNUMA). 

El 31 % de las poblaciones de peces están sobreexplotadas y en 40 años han desaparecido el 49 % de las especies marinas. Y esta degradación va en ascenso a raíz de la contaminación, del aumento de la temperatura del agua causada por el cambio climático y de la acidificación del océano debido a que está absorbiendo, de la atmósfera, dióxido de carbono en exceso.

Para revertir este problema, las áreas marinas protegidas son primordiales. De hecho, ya se ha demostrado que estas benefician también a la actividad pesquera, ya que funcionan como semilleros de biodiversidad.

Por eso, la mayoría de los países se comprometieron a proteger al menos el 10 % de su territorio marítimo para el 2020. Chile, Colombia, México y Ecuador son algunos de los países de la región que ya han cumplido con la meta. De hecho, Latinoamérica ha avanzado notoriamente en proteger el océano, considerando que en 2000 apenas tenía el 1,43 % de mar protegido y hoy ese porcentaje es del 23,6 %, según la División de Estadísticas de las Naciones Unidas.

“Sin embargo, la superficie física solo representa una parte del compromiso”, asegura un informe de PNUMA. “Para que las zonas marinas protegidas resulten verdaderamente eficaces se requiere una gobernanza sólida que influya en la conducta humana y reduzca el impacto sobre los ecosistemas”, precisa el documento. Parte de esa gobernanza implica que cada área protegida tenga su plan de manejo donde se establezca de qué modo se van a resguardar los recursos marinos que existen en el área.

En Chile, 5 de las 28 áreas marinas con alguna categoría de protección tienen un plan de manejo. En Colombia, 13 de 18; en Ecuador, 8 de 11 y en México, de las 37 áreas que tienen superficie marina protegida; solo una no tiene programa de manejo.

Los sistemas satelitales muestran que cuando un área marina se crea, inmediatamente la actividad pesquera cambia de comportamiento: los barcos salen del área —sobre todo cuando se trata de parques donde la protección es total— para permitir que la vida se multiplique. Sin embargo, tal como demuestra esta investigación, hay excepciones a esta regla.

Aunque Juan Mayorga asegura que es importante ser pacientes tanto con la elaboración de planes de manejo como con los beneficios biológicos, sociales y económicos que entregan las áreas marinas protegidas, resalta que no hay que olvidar que “un área marina protegida sin un plan de manejo no va a ser efectiva”.

“Un área marina protegida tiene que ser bien defendida a través de mecanismos de monitoreo de la pesca y de procedimientos legales y judiciales que permitan sancionar a los infractores”, precisa Muñoz.

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