Esta falla forma el límite tectónico entre las placas norteamericana y del pacífico. Este fenómeno sucede debido a un conjunto de fallas sísmicas acumuladas en la mismo territorio.
La placa norteamericana se desplaza 2,3 centímetros hacia al sur mientras que la del pacífico se desplaza 8 centímetros al noroeste cada año.
Fue descubierta en 1895 por el profesor de Geología Andrew Lawson sin aún tener conocimiento sobre los desastres naturales que esta podía causar.
En 1905, la falla de San Andrés provocó el primer terremoto con una magnitud de 7.9 según la escala de Richter y sacudió la ciudad de San Francisco, California cobrando así daños en sus edificios viéndose afectada la mayoría de sus calles.
El profesor Lawson descubrió que a raíz de esta catástrofe, se había acumulado una gran cantidad de energía y nuevos terremotos estaban por llegar.
Expertos en actividad sísmica aseguraron que el mayor peligro a causa de la falla se encuentra en el sur de California, llegando hasta la península de Baja California, México.
La falla de San Andrés cuenta con una actividad máxima de 8.2 según la escala de Richter. Es comparado con el terremoto que sacudió a Japón el 11 de marzo del 2011 con una magnitud de 9.1.
La población ubicada en esta zona está consciente de las actividades sísmicas que además, son constantes pero a veces son tan pequeñas que no pueden detectarse.