Irene Bernasconi revisó la taxonomía de varias familias de estrellas de mar, especie en la que se convirtió en una referencia a nivel mundial.
Fue un 7 de noviembre de 1968 cuando la bióloga argentina Irene Bernasconi se convirtió en la primera mujer en liderar una expedición científica a la Antártida, un logro que la llevó a quedar registrada en los libros de Historia.
Bernasconi nació en La Plata el 29 de septiembre de 1896. Su pasión por la ciencia la llevó a formarse como profesora de Ciencias Naturales, título que obtuvo en 1918. En su calidad de docente dio clases a nivel secundaria y en universidades.
A principios de la década de 1920, Irene Bernasconi se unió al Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) para investigar a los moluscos e invertebrados marinos, a los que dedicó unos 70 trabajos y publicaciones a lo largo de su carrera.
Durante 55 años continuos, la profesora e investigadora dedicó gran parte de su tiempo a recorrer las costas argentinas en búsqueda de nuevas especies marinas. Para ello se daba a la tarea de buscar financiamiento en una época en la que las mujeres debían luchar para abrirse espacio en el campo científico.
Bernasconi describió varios géneros y especies nuevas, y también revisó la taxonomía de varias familias de estrellas de mar, especie en la que se convirtió en una referencia a nivel mundial.
La primera mujer en liderar un viaje a la Antártida
A sus 72 años, en 1968, Bernasconi recibió la oferta de liderar una expedición a la Antártida, un sueño que tenía de toda la vida. En realidad esta expedición también contó con la presencia de otras mujeres como la bacterióloga María Adela Caría, la bióloga marina Elena Martínez Fontes y la especialista en algas Carmen Pujals.
El objetivo de viajar a la Antártida era recolectar flora y fauna de la zona. Para ello recorrieron casi 1.000 kilómetros en bote. El esfuerzo obtuvo sus frutos: recabaron unos 2.000 especímenes de estrellas de mar, o equinodermos, algunas jamás vistas.
A este grupo de expertas se les conoció como “Las cuatro de Melchior”, debido a la base donde estuvieron trabajando bajo las condiciones extremas de la Antártida.
Como reconocimiento a su trabajo, la Embajada de la Mujer en América otorgó al equipo una medalla conmemorativa, en 1969. Además, en el Día Internacional de la Mujer de 2018, que coincidió con el 50 aniversario de la expedición polar, la Dirección Nacional para la Antártida, el Instituto Antártico Argentino y el Servicio Hidrográfico Naval también reconocieron a Bernasconi por sus logros.
Irene Bernasconi falleció el 7 de julio de 1989. El nombre de la bióloga marina fue incluido a los mapas argentinos de la Antártida con el establecimiento de Bernasconi Cove.
