Cerca de 1.400 organizaciones, asociaciones de la sociedad civil y pueblos indígenas, así como líderes internacionales, estarán reunidos hasta el 11 de septiembre en Marsella, al sur de Francia, para el Congreso Mundial de la Naturaleza. Su objetivo es retomar la unidad y el compromiso para proteger la biodiversidad y discutir acciones concretas para la conservación de los ecosistemas.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la mayor organización para la protección de la naturaleza en el mundo, inauguró este viernes su congreso global en Marsella, con el fin de juntar fuerzas para la defensa del planeta Tierra y su biodiversidad.
La reunión se hace urgente ya que, actualmente, cerca de un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción, según expertos de la ONU. La naturaleza «está disminuyendo más rápido que nunca en la historia de la humanidad», advirtieron en 2019.
Estas pérdidas ponen en peligro las condiciones mismas de la existencia humana en la Tierra, así como también lo demuestra la multiplicación de desastres vinculados a los efectos del cambio climático, como tormentas, inundaciones, sequías, incendios, etcétera.
«La mala noticia es que no hay vacuna para un planeta enfermo», afirmó el presidente francés Emmanuel Macron, que participó durante el encuentro para anunciar que Francia reforzará la protección de sus aguas en el Mediterráneo en un 5% hasta 2027.
Por su parte, Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, se comprometió a proteger el 30% del planeta de aquí a 2030, además de «respetar a los pueblos indígenas», como lo planteó durante el encuentro el fotoperiodista brasileño Sebastião Salgado, que lleva 40 años documentando a estas comunidades.
Durante la inauguración del Congreso, decenas de personas salieron a las calles de Marsella para protestar contra el evento, pues muchos reprochan que el mundo no está realmente atacando las causas de lo que han denominado «ecogenocidio».
Efectos irreversibles en el planeta
A pesar de la urgencia por organizar este encuentro, durante la década 2010-2020 muchas naciones siguieron sin cumplir sus compromisos de revertir la tendencia en materia de biodiversidad.
El Congreso de la UICN jugará un papel importante en este proceso hasta su fin el 11 de septiembre. Se espera que este sábado día 4 la actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN permita hacer un balance de la continua destrucción del medio ambiente por parte del ser humano.
Según Sébastien Moncorps, director de UICN Francia, el Congreso también debe votar sobre una serie de mociones, incluida una declaración final que debe centrarse en «el lugar de la naturaleza en los planes de recuperación económica posteriores al Covid-19», «una nueva y ambiciosa estrategia de biodiversidad global» acompañada de un «plan de acción global para las especies» y «la contribución de la naturaleza a la lucha contra el cambio climático».
Las organizaciones indígenas, cuyo papel es cada vez más reconocido en el cuidado de la naturaleza, tendrán derecho a voto en esta sesión.
Así, la ciudad francesa de Marsella tomó el relevo de Hawái, donde se organizó la última cumbre hace cuatro años, y en la que se reunieron 10.000 participantes de 180 países para tomar más de 120 decisiones tras la adopción del Acuerdo de París y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
El Congreso tiene lugar en medio del empeoramiento de la crisis climática, ya que el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) advirtió que los efectos del calentamiento global «son irreversibles para los próximos siglos o milenios».