Por Astrid Rivera
Las selvas son los ecosistemas más afectados por la pérdida de biodiversidad, factores como la tala clandestina, el cambio de uso de suelo y el tráfico de especies son algunas de las causas que han provocado la disminución de recursos naturales en estas zonas.
Por ello, la pérdida de biodiversidad -además del cambio climático- es considerada uno de los principales problemas ambientales, México no es ajeno a esta problemática ya que se encuentra entre los 15 países megadiversos, los cuales concentran entre el 60 y 70% de la biodiversidad global. Se estima que en nuestro país habita el 10% de la biodiversidad planetaria, de la cual una proporción importante es endémica, es decir, exclusiva de nuestro territorio.
En su informe de labores 2019-2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), señala que el modelo de desarrollo que siguió el país por décadas dejó una profunda huella de deterioro ambiental y social, hasta el 2015 registró que alrededor de la tercera parte de sus ecosistemas naturales se transformaron en alguna actividad productiva. En tanto que la Conabio, en abril de este año, estimó que México ha perdido, aproximadamente el 50% de los ecosistemas naturales, siendo las selvas -tanto húmedas como secas- las más afectadas.
Este mismo organismo señala que la pérdida y deterioro de los hábitats es la principal causa de pérdida de biodiversidad. Al transformar selvas, bosques, matorrales, pastizales, manglares, lagunas, y arrecifes en campos agrícolas, ganaderos, presas, carreteras y zonas urbanas destruimos el hábitat de miles de especies. Aunque muchas veces la transformación no es completa, existe deterioro de la composición, estructura o función de los ecosistemas que impacta a las especies, así como a los bienes y servicios que obtenemos de la naturaleza.
Julia Carabias Lilo, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ha señalado la estrecha relación que existe entre marginación social y la pérdida de biodiversidad, ya que se cambia el uso de suelo para reconvertir los terrenos forestales en actividades productivas, como la agricultura o la ganadería.
“Se pierde la cobertura vegetal y con ella sus ecosistemas, especies y genes. La mayor diversidad está en las selvas tropicales húmedas, que en su origen en México venían desde el sur de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, y la parte del norte de Chiapas y Oaxaca, y ahora están limitadas a tres regiones importantes: la Selva Lacandona, en Chiapas; la Selva de los Chimalapas, en Oaxaca; y Uxpanapa, en Veracruz”, dijo.
México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo. Existen diversas estimaciones sobre las tasas de deforestación a nivel nacional. De acuerdo con el informe, elaborado por la Comisión Nacional Forestal(Conafor), “Estimación de la tasa de deforestación bruta en México para el periodo 2001-2018”, para 2018 se estimaba una tasa anual de deforestación de 166 mil 337 hectáreas.
Lo que representa más del doble que 17 años atrás, cuando se estimaba una tasa total de 79 mil 677 hectáreas deforestadas. El año de mayor deforestación en México fue 2016 con una tasa de 350 mil 298 hectáreas deforestadas.
Por ello, es necesario respetar la vocación de los suelos que conforman cada uno de los ecosistemas, de lo contrario continuaremos perdiendo biodiversidad y con ello nos volvemos más vulnerables a los efectos del cambio climático.
