La pérdida de masa de los glaciares contribuirá a finales de este siglo a una subida del nivel del mar cifrado entre 20 y 40 centímetros, aproximadamente. Así lo explica Francisco Navarro, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en un estudio publicado en ‘Mètode Science Studies Journal’.
Aumento del nivel del mar
El nivel del mar ha aumentado a un ritmo acelerado en las últimas décadas y se espera que continúe subiendo a lo largo del siglo XXI y más allá, principalmente como resultado del calentamiento antropogénico. Una subida sustancial del nivel del mar puede provocar graves efectos en las zonas costeras, como una mayor erosión del litoral e inundaciones en zonas habitadas, que afectarían incluso a 680 millones de personas.
Navarro analizó el papel que los glaciares pueden jugar en el incremento del nivel del mar en los próximos años y su conclusión es que el derretimiento de esas masas de hielo supondrá en las próximas décadas cerca de la mitad del incremento del nivel del mar.
“Se prevé que el aumento del nivel del mar para finales del siglo XXI esté entre 43 y 84 centímetros, dependiendo del escenario de emisiones de gases de efecto invernadero considerado. De este aumento, entre el 47 y el 56% provendrá de la pérdida de masa de los glaciares, bien por fusión o por incremento de las tasas de descarga de icebergs”, explica.
Navarro, que es catedrático del Grupo de Simulación Numérica en Ciencias e Ingeniería de la ETSI de Telecomunicación de la UPM, añade que “el colapso de las plataformas de hielo incrementa el ritmo de traslado de hielo continental al océano, lo cual contribuye indirectamente al aumento del nivel del mar”.
Groenlandia pierde masa más rápido que la Antártida
En los últimos años, el incremento del nivel del mar se sitúa en torno a los 3,6 milímetros al año, de los cuales, se atribuyen a la pérdida de glaciares y mantos de hielo 1,8 mm/año, mientras que 1,4 mm/año corresponden a la expansión térmica del océano.
No todos los glaciares contribuyen por igual a este fenómeno. Así, actualmente, el manto de hielo de Groenlandia pierde masa más rápido de lo que lo hace el de la Antártida, pues llega a suponer casi el doble de aportación, pese a que la superficie helada antártica almacena un volumen de hielo 10 veces superior a la groenlandesa.
“El manto de hielo de Groenlandia está perdiendo masa aproximadamente el doble de rápido que el de la Antártida, aunque esto podría cambiar en los próximos siglos. La contribución de Groenlandia al aumento en el nivel del mar en el período 2012-2016 fue similar a la de 2002-2011, pero mucho mayor que la de 1992-2001, período en el cual la masa del manto de hielo se mantuvo casi en equilibrio. Sin embargo, la contribución de la Antártida en el período de 2012-2016 casi dobló a la de 2002-2011, y cuadruplicó la de 1992-2001”, indica Navarro.