Tierra

El galápago europeo continúa en grave declive

Dentro de esta crítica situación, los ecosistemas de agua dulce son los más afectados por la pérdida de biodiversidad: sus poblaciones se han reducido un 84%, según datos del informe Planeta Vivo 2020 de WWF. A nivel general, la organización advierte del dramático declive de las poblaciones de vida silvestre, que han disminuido un 68% desde 1970.

A nivel local y a pesar de ser el país con más humedales de Europa (más de 1.500), tan solo 320 humedales españoles están incluidos en el inventario y solo 74 están protegidos. Además, “aunque muchos de nuestros humedales estén protegidos sobre el papel con figuras de protección, la realidad es que siguen cercados por el uso insostenible e ilegal de agua para la agricultura, la contaminación, la urbanización y la construcción de infraestructuras”, afirma la organización, que denuncia los problemas que sufren humedales tan emblemáticos como el Mar Menor, el Delta del Ebro o Doñana

Éxito de la cría en cautividad

En esta línea y con el objetivo de recuperar las poblaciones locales del galápago europeo, GREFA comenzó un proyecto de recuperación a través de la cría en cautividad y puesta en libertad en el área de la Comunidad de Madrid. A pesar de la gran dificultad que presenta esta especie para reproducirse en cautividad, “GREFA comenzó un protocolo en 2012 para tratar de estandarizar el proceso, lo que a día de hoy se ha traducido en un éxito prácticamente del 100% y sacan adelante 70 individuos al año”, explica Lobón.

Galapago europeo

Secuelas del ‘mascotismo’ exótico en España

“Una de la principales amenazas de muchísimas especies es la tenencia como mascotas y la terrarofilia, y en el caso de muchas especies de reptiles y anfibios es el problema número uno”, afirma Lobón. Ante la falta de leyes que controlen y limiten el comercio de estas especies, el desconocimiento ha desembocado en graves problemas de biodiversidad, conservación y bienestar de los animales. “Ahora mismo describes una nueva especie en Angola, por ejemplo, y mañana tienes ahí a cuatro personas buscándola para venderla en tiendas de Europa”, denuncia el biólogo.

La responsable de los muestreos de campo, Lourdes del Horno Sempere, monitorea la suelta del pasado año mediante el ...

La responsable de los muestreos de campo, Lourdes del Horno Sempere, monitorea la suelta del pasado año mediante el patrón que tienen en el caparazón, que es como una huella dactilar.FOTOGRAFÍA DE JAVIER LOBON ROVIRA

A pesar del éxito del programa de reproducción de la especie, aún queda mucho camino por delante en la recopilación de datos sobre la evolución en libertad, ya que la dificultar de trampearlos y su coexistencia con especies invasoras como el galápago americano dificulta la observación de las poblaciones.

La competencia por el hábitat se hace evidente en el caso de estas dos especies. “Los galápagos hacen estivación en verano y los galápagos americanos son los primeros en salir de la estivación”, explica Lobón. “Por tanto, son los primeros en meterse al agua y agotar los recursos, además de ser muy territoriales y echar al galápago europeo”. Consideradas por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN) como la segunda mayor causa de las extinciones, las especies invasoras suponen una grave amenaza medioambiental y socioeconómica.

Revertir la curva de la pérdida de biodiversidad es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad, un desafío viable tan solo a través de la protección del equilibrio de los ecosistemas. Aumentar los estudios y los esfuerzos de conservación, apoyar la producción sostenible y concienciar sobre el consumo individual responsable son las tres acciones que dibujan el único futuro posible para frenar el desplome de la vida silvestre.

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