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Dragoncito azul mexicano: el extravagante reptil que está en peligro de extinción

Originario de la Sierra Madre Oriental, este reptil es una especie endémica mexicana. El dragoncito azul se trata de un lagarto que habita en los bosques húmedos, y se distingue de los demás por el color esmeralda de sus escamas.

Aunque la mayor parte de los ejemplares que se han avistado son verdes, también se tiene registro de algunos color turquesa.

Características del dragoncito azul

El dragoncito azul es una especie endémica de México que vive principalmente en los estados de Puebla y Veracruz. Es un lagarto de cuerpo escamoso perteneciente al subgénero Abronia, que definen a un grupo de especies que viven en los bosques.

La mayor parte de estos lagartos son de color verde, aunque existen de color turquesa en su hábitat natural, según explica Natalia Fierro, bióloga del laboratorio de Herpetología del Instituto de Biología de la UNAM.

Es una alimentación muy específica que les proporciona esta coloración. Aún no se sabe a qué se debe, pero cuando son llevados a cautiverio pierden la tonalidad azul y se vuelven opacos”, señala.

¿Por qué está en peligro de extinción?

La Abronia Graminea, también conocido como dragoncito azul, se añadió a la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desde marzo de 2007.

El reptil mexicano se encuentra amenazado por dos razones:

1. Muchas personas los matan cuando los ven porque creen que son peligrosos.

Muchas personas creen que son venenosas por su color azul y por su lengua negra, pero no representan ningún peligro”, dice Fierro.

2. El comercio ilegal es la segunda razón por la que este animal azul se encuentra en peligro de extinción, existe una red de comercio ilegal de Abronias Gramineas entre México y Europa.

Se llegan a pagar hasta 300 euros (unos 7.000 pesos mexicanos) por un ejemplar”, detalla Fierro.

La bióloga asegura que aunque estos reptiles peden vivir en cautiverio, no es recomendable que se compren como mascotas, pues se pone en riesgo su supervivencia.

No son mascotas y es muy complicado mantenerlos vivos”, detalla.

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