Cómo producen la miel las abejas
Comenzamos contando, paso a paso, cómo elaboran la miel las abejas y cómo la almacenan en sus panales.
- El proceso de la formación de la miel empieza en el momento en el que las abejas obreras salen de la colmena de abejas para ir en busca de flores con abundante néctar.
- El néctar es tomado o libado por las abejas con su larga lengua. Es importante destacar aquí que el néctar es un líquido con azúcares que segregan las plantas con el objetivo de atraer a insectos como las abejas para que estas las polinicen.
- Una vez toman el néctar, lo guardan temporalmente en el «estómago de la miel» o buche melario, que es distinto al estómago que utilizan para alimentarse.
- Con su buche melario lleno, regresan a la colmena, en donde, con una curiosa danza, indican al resto de abejas dónde se encuentran exactamente las flores que han encontrado para que vayan a recolectar todo el néctar posible.
- A continuación, las abejas vacían sus buches de néctar y se lo ceden a otras abejas que se encargan de la denominada maniobra de aireación. Esta consiste en tragar y regurgitar el néctar varias veces durante unos 20 minutos para que vaya perdiendo humedad, además, se le añaden algunas enzimas presentes en los buches melarios.
- Después, cuando tiene la consistencia adecuada, proceden a almacenar el líquido resultante en el panal de abejas, al cual aún no se le puede llamar miel, pues todavía necesita perder algo más de humedad.
- Para ello, mueven sus alas sobre los panales hasta que ven una consistencia adecuada, la cual es de menos de un 20% de humedad. Esto evitará que haya fermentación.
- Finalmente, cuando ya tienen la miel elaborada, la tapan o sellan con la misma cera con la que fabrican el panal en forma de una fina capa que se llama opérculo (a esta acción se le denomina «opercular» en la jerga de la apicultura).
Para qué usan la miel las abejas
Ahora que ya sabes cómo se elabora la miel, ¿quieres saber por qué hacen miel las abejas? Por supuesto, las abejas no hacen la miel para los seres humanos, aunque por suerte para nosotros, hacen más de la que necesitan para ellas.
Las abejas utilizan la miel como alimento, pues la floración solo ocurre principalmente durante la primavera. De esta manera, se aseguran tener reservas de comida durante todo el año (parecido a lo que les sucede a las hormigas, solo que ellas recolectan alimento durante el verano).
Además, también utilizan la miel para mezclarla, junto con enzimas salivales, con el polen que también recogen de las flores; mezcla que después también almacenan en el panal durante un tiempo. Esto lo hacen porque el polen es el alimento de las larvas o crías de las abejas, pero no es digerible para ellas si no se les proporciona en la forma de la mezcla mencionada.
¿La miel es vómito de abeja?
Comentábamos anteriormente que las abejas tragaban y regurgitaban durante un tiempo el néctar para transformarlo en miel, ¿entonces podemos considerar que la miel es vómito de abeja? No, definitivamente no lo es.
¿Por qué la miel no es vómito de abeja? Pues, primero de todo, porque el estómago en donde se almacena el néctar no es un estómago como tal, sino que está preparado para fabricar la miel y por eso se le llama buche melario. En segundo lugar, la transformación de néctar a miel también consta de otros pasos externos al animal, como es el caso del aleteo para eliminar toda la humedad posible para evitar la fermentación.
Así, no es lo mismo un vómito que una regurgitación, que es lo que hacen las abejas y, además, no proviene de su estómago, sino que lo hace de su buche melario.
¿Todas las abejas hacen miel?
Otro dato muy curioso del mundo de las abejas es que hay muchísimas especies, se calcula que rondan las 20.000 especies de abejas. Lo más curioso es que, de todas ellas, solamente son 5 especies de abejas las que tienen la capacidad de producir miel.
De esas 5, la más abundante es Apis mellifera, la cual tiene a su vez varias subespecies. Por ejemplo, la abeja melífera propia de la Península Ibérica es Apis mellifera iberica. Apis mellifera se encuentra casi por todo el mundo, exceptuando los polos (ya que allí no hay floración) y algunas partes de Asia.
Tipos de miel
La miel puede tener un origen monofloral o multifloral. Decimos que es miel monofloral cuando procede en más de un 45% de un solo tipo de flor; en cambio, será miel multifloral o «miel de mil flores» cuando el origen del néctar sea más heterogéneo o diverso, es decir, que haya salido de varias especies de flores.
Entre las mieles monoflorales más conocidas tenemos la miel de:
- Miel de brezo.
- Miel de romero.
- Miel de tomillo.
- Miel de azahar.
- Miel de eucalipto.
- Miel de espliego.
- Miel de castaño.
- Miel de biércol.
Cada miel monofloral tiene un sabor, olor y color particular. Así, tenemos, por ejemplo, que la miel de azahar tiene un color amarillo pálido con un sabor intenso que recuerda a la flor del naranjo. Otras mieles, como la de brezo, son muy oscuras y su sabor es amargo.
Cómo se saca la miel del panal
Como las abejas hacen más miel de la que necesitan para ellas, se puede extraer cierta cantidad asegurando siempre dejarles alimento suficiente, pues recordemos que siempre es vital cuidar de ellas.
Veamos, a continuación, cómo se saca la miel del panal de las abejas paso a paso:
- Cuando el apicultor recoge algunos panales de miel, lo primero que hace es desopercularlos, es decir, quitarles la fina capa de cera que protege a la miel. Esto se puede hacer mediante cuchillos especiales o bien con máquinas con cuchillas a la que se les llama desoperculadoras.
- Seguidamente, se introducen los panales desoperculados en el extractor. El extractor es una máquina que hace que los panales den vueltas rápidamente, de tal forma que la fuerza centrífuga se encarga de extraer la miel del panal.
- Finalmente, la miel extraída y almacenada en pequeños depósitos, se deja reposar durante unos días. De este modo, si queda alguna impureza, esta podrá ser eliminada por decantación (la miel al ser más densa se queda en el fondo y las impurezas ascienden a la superficie).
¿La miel caduca?
Si te estás preguntando acerca de la caducidad de la miel aquí damos respuesta a tu duda: la miel conserva todas sus beneficiosas propiedades durante muchos años, así pues, podemos decir que la miel no caduca.
Las mieles que encontramos en los supermercados presentan en su etiquetado una fecha de caducidad, si bien es algo que se indica sólo porque es de obligado cumplimiento. De hecho, se ha llegado a encontrar miel de hasta unos 3.000 años de antigüedad en algunas tumbas faraónicas (pues la utilizaban para embalsamar) y esta estaba en perfecto estado.