Los integrantes del Centro para la Comunicación del Cambio Climático de la Universidad George Mason, Ed Maibach, Mona Sarfaty y Rob Gould, junto con Nitin Damle (ex presidente del Colegio Americano de Médicos) y Fiona Armstrong (directora de la Alianza para el Clima y la Salud, en Australia), hacen un llamado a la acción para que los profesionales de la salud persuadan a los líderes mundiales de aumentar sus compromisos con el Acuerdo de París.
Su llamado a la acción se basa en su punto de vista de que el objetivo del Acuerdo Climático de París, que limita el calentamiento global a no más de 2 grados Celsius (y, si es posible, a 1.5 grados Celsius), es el objetivo de salud pública más importante del mundo.
Este llamado a la acción es el capítulo culminante de un libro titulado “Salud de las personas, salud del planeta y nuestra responsabilidad: cambio climático, contaminación del aire y salud”, que tuvo su origen en una reunión de 2018 de la Academia Pontificia de Ciencias sobre cambio climático, contaminación del aire y salud humana.
El llamado busca generar una agenda de acción política climática y de salud, desarrollada por profesionales de la salud, que aliente a los gobiernos, empresas y líderes de la sociedad civil, funcionarios electos y candidatos a cargos públicos, a reconocer el cambio climático como una emergencia de salud y a trabajar en los organismos gubernamentales y con las comunidades para priorizar las soluciones climáticas y de salud.
Los investigadores sostienen que el objetivo del Acuerdo de París, de limitar el calentamiento global a no más de 2 grados Celsius, es el más importante en cuestiones de salud pública, por lo que el fracaso para lograrlo conducirá a un sostenido desastre sanitario a nivel mundial, que durará muchas generaciones.
Consideran que los profesionales de la salud (médicos, enfermeras, parteras y otros profesionales aliados) son adecuados para liderar el esfuerzo de persuadir a los líderes mundiales para aumentar sus compromisos con el objetivo del Acuerdo de París e iniciar rápidamente las acciones necesarias para cumplir los compromisos.
“Hablamos no solo con científicos sino también autoridad ética y moral. Tenemos la atención de los líderes de nuestras naciones y estamos libres de conflictos de intereses con respecto al cambio climático y la salud; nuesto llamado está escrupulosamente basado en evidencia”, añaden.
Entre los mensajes clave y estrategias de compromiso del llamado, señalan que los daños a la salud ocasionados por el cambio climático y la contaminación del aire están ocurriendo ahora y es casi seguro que empeorará dramáticamente a menos que tomemos medidas.
Esto es especialmente para personas médicamente vulnerables, incluidas mujeres embarazadas, niños, ancianos, personas con enfermedades crónicas, personas de color desfavorecidas y los pobres.
Indican que deben tomarse medidas inmediatas para proteger a las comunidades y la salud de las personas, de los impactos del cambio climático, mediante el desarrollo de sistemas de alerta temprana para las olas de calor inminentes, proporcionando recursos para proteger a las poblaciones vulnerables y educando a la población sobre los efectos en la salud.
Para prevenir que estos daños empeoren, sugieren como las acciones más importantes a tomar el aceleramiento de la transición hacia las energías limpias y limitar la emisión de sustancias tóxicas contaminantes de carbono de corta duración.
También demandan duplicar el compromiso de reducir la contaminación por dióxido de carbono (CO2). “Este es el camino más seguro para terminar con la contaminación del aire, limitar el cambio climático, promover la salud y el bienestar, y garantizar un futuro próspero para la humanidad.
En cada nación, piden trabajar para derribar las barreras a la participación pública y construir voluntad política a través de cuatro estrategias nacionales complementarias: educar al público, otros profesionales de la salud, los medios de comunicación, líderes empresariales y formuladores de políticas sobre la relevancia de la contaminación del aire, el cambio climático y soluciones del clima que beneficien a la salud humana.
Abogar por la duplicación del compromiso de reducción de emisiones de su país, es otra de las estrategias; movilizar a profesionales de la salud para que se unan al esfuerzo, y formar o unirse a coaliciones de otras organizaciones nacionales, regionales y locales, para respaldar la difusión de los mensajes clave de la iniciativa.