El avistamiento de una nutria gigante en el Río Bermejo, al interior del parque nacional El Impenetrable, marca un hito en la conservación de especies en Argentina.
El Impenetrable es un bosque nativo en Argentina. Con casi 40 mil kilómetros cuadrados de superficie, se ubica al noreste de la provincia del Chaco. Recibe su nombre por el recubrimiento espeso de vegetación que lo recubre en toda su totalidad, que se caracteriza por ser densa y cerrada. La exploración, por tanto, ha sido complicada para diversas áreas del quehacer científico. Por esta razón, el reciente hallazgo de un ejemplar de nutria gigante que se creía extinta en el país asombró a los biólogos locales como un hecho insólito.
Una nutria de dimensiones considerables
Una nutria de río puede llegar a medir hasta 95 centímetros. Algunas apenas sobrepasan el metro de longitud. En contraste, la nutria gigante alcanza hasta 1.8 metros de largo. Los únicos ejemplares identificados están en cautiverio: Nanay (quien llegó desde Suecia), Alondra (de Hungría) y Coco (de Dinamarca).
Se sabe que las nutrias gigantes habitaban en los humedales del centro y sur del continente americano. Sin embargo, la carencia de condiciones favorables para su subsistencia los orilló a la extinción en la región. Fue en la década de los 80 que se localizaron los últimos grupos familiares, que fallecieron con el tiempo para no volver a ser vistos. Por esta razón, los cuidadores tenían nulas esperanzas de encontrar una de nuevo.
Sin embargo, el avistamiento de un ejemplar en libertad de Pteronura brasiliensis —como se le conoce por su nombre científico— en las inmediaciones del bosque demuestr que los esfuerzos de conservación en la zona están siendo fructíferos, de acuerdo con la Fundación Rewilding Argentina. Según la institución, la cuarta nutria gigante fue encontrada en el Río Bermejo, y es la única que vive fuera de cautiverio en el país.
Primer avistamiento en 30 años
El nuevo ejemplar de nutria gigante fue avistado por primera vez por científicos de la Fundación Rewilding Argentina, quienes trabajan en el parque nacional de El Impenetrable. Como área natural protegida, los esfuerzos de la institución se han enfocado en mantener las condiciones adecuadas en el bosque para que especies animales y vegetales puedan vivir en un entorno sano y seguro.
Fue el grito del animal que lo delató. De acuerdo con el testimonio de Sebastián Di Martino, director de Conservación de la Fundación, le pareció extrañamente similar al de los ejemplares que se conservan en cautiverio:
“NOS HIZO RECORDAR LOS SONIDOS QUE EMITEN COCO Y ALONDRA, LOS DOS EJEMPLARES TRAÍDOS DE EUROPA AL IBERÁ PARA INTENTAR DEVOLVER A ESTA ESPECIE AL PAÍS”, DESTACÓ EL EXPERTO. “[…], CUANDO ASOMÓ SU CUERPO FUERA DEL AGUA Y MOSTRÓ LA INCONFUNDIBLE PECHERA BLANCA NO NOS QUEDARON DUDAS: SE TRATABA DE UNA NUTRIA GIGANTE”.
Según Di Martino, la aparición de un ejemplar en libertad abre un terreno fértil para investigación en torno a las especies que todavía no se han observado en libertad. Antes de este encuentro, habían pasado tres décadas desde que las últimas poblaciones libres de nutria gigante se habían apreciado en su hábitat natural en Argentina.
Los grupos de esta especie más cercanos se encuentran a 1,000 kilómetros de distancia, en el Pantanal Paraguayo. Los científicos que acompañaron a Di Martino aseguran que podría haber llegado desde allá, ya que la caza furtiva de la especie terminó con los ejemplares existentes en el país. La tendencia, sin embargo, está cambiando.
De acuerdo con Marta Soneira, Secretaria de Desarrollo Territorial y Ambiente, el país está haciendo esfuerzos significativos para revertir este comportamiento irresponsable. Como tal, se plantea la posibilidad de proteger al ejemplar avistado y a los que posiblemente deambulen por la zona, pero que todavía no han sido identificados. Se espera que, si esta fase es exitosa, pueda procederse con la reintroducción de la especie amenazada a su hábitat natural.