Agua

Así es el pez grumo: la especie solitaria que se adhiere a las paredes y devora parásitos de salmón

Casi esféricos, pacíficos y solitarios, las diferentes especies de pez grumo habitan los océanos del norte, donde se adhieren en las piedras submarinas.

El pez grumo evolucionó para tener una circunferencia adhesiva en la panza. Estos animales marinos minúsculos y grumosos pueden pegarse a las rocas en el fondo del océano, donde esperan a sus presas pacientemente. Entre las aguas gélidas, se alimentan de microorganismos y otros animales pequeños, dependiendo del tamaño de cada especie. Sin embargo, se caracterizan por ser inofensivos, regordetes y casi esféricos.

Entre las aguas del norte profundo

pez grumo
Foto: Getty Images

Con al menos 30 especies diferentes, los más pequeños alcanzan 2.5 centímetros al llegar a la edad adulta. Las hembras más masivas, en contraste, pueden medir hasta 53 centímetros más. Todas las especies de pez grumo pertenecen a la familia Cyclopteridae y la característica común que los reúne bajo esta misma categoría es que son casi completamente esféricos, y tienen protuberancias sobre la piel.

Generalmente, estos peces se encuentran en las costas de Islandia. Sin embargo, se han avistado en el Pacífico y Atlántico Norte, distribuidos entre Groenlandia y la región más septentrional de Francia. Sin embargo, también se les ha avistado en Japón. A pesar de que su sabor no es muy agradable, se vende como un platillo de élite en estos países, y sus huevecillos son aún más caros que el caviar.

Su complexión hace que sean nadadores poco agraciados. Por esta razón, utilizan la zona pegajosa en su abdomen para instalarse en las superficies y descansar entre las corrientes del norte. A pesar de su tamaño reducido, cuentan con sistemas digestivos complejos, que les permiten alimentarse de crustáceos pequeños y otros animales.

Vidas solitarias

pez grumo
Foto: Getty Images

En su etapa temprana de desarrollo, las especies de pez grumo pasan la mayor parte de su día al lado de algas. Se adhieren a ellas y, cuando recuperan la energía, nadan como pueden contra la corriente. Cuando crecen un poco más, se aventuran a las aguas más profundas en los océanos del norte. En general, las hembras son mucho más grandes que los machos, para poder desarrollar huevecillos en su interior.

Sin embargo, se ha observado que son mucho menos atentas con las crías que los machos. Además, según el registro del Acuario de Oregon, ellas son generalmente verdes, mientras que ellos adoptan coloraciones rojizas y naranjas. En Noruega se utilizan en granjas submarinas, para que se coman los parásitos que a veces se cuelgan de las pieles del salmón.

En primavera, es común encontrar a los peces grumo cerca de las costas nórdicas, ya que es su temporada para desovar. Cada hembra puede acarrear consigo entre 100 mil y 350 mil huevecillos en su interior, que depositan en un nido que ellas mismas escogen. Son los machos que se encargan de quedarse ahí, para cuidar de las crías —durante 3 a 8 semanas— una vez que eclosionan. Luego regresan a sus vidas solitarias.

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