Aire

Analizará satélite de la Nasa contaminación de la ZMVM

La calidad del aire de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) será monitoreada a 35 mil kilómetros de altura.

En marzo de 2023, la NASA lanzará el satélite Tempo, el cual incorpora sensores para medir las variaciones de ozono y dióxido de nitrógeno de distintas zonas de Norteamérica, entre las que se encuentra la ZMVM.

En entrevista, el coordinador de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), Víctor Hugo Páramo, detalló que este tipo de tecnología permitirá contar con un monitoreo tan preciso que permitirá conocer las interacciones de los contaminantes.

Es el caso de las columnas de dióxido de azufre, las cuales se desplazan a alturas de hasta 3 kilómetros, por lo que las estaciones de monitoreo no alcanzan a medirlas.

«Tempo nos va a permitir analizar la contaminación que entra y sale de la Ciudad, como la columna que viene de la zona industrial de Tula o la fumarola del Popocatépetl«, indicó Páramo.

Detalló que este tipo de información permitirá estudiar el impacto del cambio climático en la polución ambiental en el Valle de México.

«Nos dará información para entender por qué a pesar de las medidas, dejó de disminuir la contaminación por ozono.

«Uno de los motivos puede ser el cambio climático y el satélite nos permitirá ver cómo el aumento en la temperatura incrementa la formación de ozono«, apuntó el funcionario.

Complementará Sistema de Monitoreo Atmosférico

A pesar de la implementación de este tipo de tecnología, las 44 estaciones del Sistema de Monitoreo Atmosférico (Simat) del Valle de México. Ambas mediciones se complementarán, detalló Páramo.

Científicos del Instituto de Ciencias de la Tierra y Cambio Climático (ICCyCA) de la UNAM participan en el proyecto.

A diferencia de otros equipos, Tempo estará geoestacionado con el desplazamiento terrestre, lo que permitirá registrar datos cada hora del día, planteó el investigador de la ICCyCA, Michelle Grutter.

«El objetivo principal de Tempo, que se lanzará desde Cabo Cañaveral en un satélite comercial operado por la NASA, a bordo de un cohete Falcon de SpaceX, es proporcionar observaciones diurnas para estudiar las emisiones», explicó el experto del Centro de Astrofísica de Harvard, Gonzalo González.

La investigadora de la Universidad de Maryland, Ana Prados, apuntó que el satélite registra espectros de radiación que permiten ubicar el gas metano liberado por la ganadería, el bióxido de azufre liberado por las termoeléctricas o el ozono formado en la atmósfera.

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