Conocido a menudo como el «oso koala», lejos de ser un oso este animal es un marsupial. Después de dar a luz, al igual que los canguros, las hembras de koala portan a sus crías en la bolsa – o marsupio- del que están dotadas durante unos seis meses. Pasado este tiempo el pequeño se encarama en la espalda de su madre o se aferra a su vientre, acompañándola a todas partes hasta alcanzar alrededor del año de edad.
Para ver uno de estos escasos animales deberemos desplazarnos hasta Australia, concretamente a la parte este del continente, donde abundan más los eucaliptos, cuyas hojas son su principal fuente de alimentación.
A lo largo de 24 horas pueden llegar a dormir unas 18 y comen aproximadamente un kilo de hojas de eucalipto al día. Poseen un estómago especial que evita que el veneno de los eucaliptos les afecte.
Se trata también de una especie en extinción. Durante los primeros años del siglo veinte la caza hizo disminuir considerablemente su población y, a pesar de que se consiguió detener su desaparición e incluso aumentar los ejemplares, sigue siendo una especie vulnerable y protegida.
Fuente: www.nationalgeographic.com.es
