Olvídate de Google Maps: los tiburones pueden leer el campo magnético de la Tierra como un navegador GPS para encontrar su camino, según un nuevo estudio.
Los tiburones, como las tortugas y otros animales marinos, usan campos magnéticos para orientarse en sus largas travesías oceánicas, de acuerdo a un estudio publicado este jueves en la revista Current Biology.
Era algo que la comunidad científica hacía tiempo que intuía pero que no se había podido demostrar hasta ahora, gracias al estudio liderado por el biólogo Bryan Keller, investigador del Laboratorio Costero y Marino de la Universidad Estatal de Florida.
Todos estos factores llevaron a los científicos a creer que los tiburones, al igual que las tortugas marinas y algunas otras especies, pueden averiguar su posición y orientación utilizando el campo magnético generado en las profundidades de nuestro planeta. Pero no había forma de demostrarlo, hasta ahora.
(El video muestra una prueba experimental, en la que el comportamiento de natación del tiburón cabeza de pala se ve afectado por el campo electromagnético que experimenta).
Experimento en la bobina Merritt
Para el estudio, Keller usó tiburones cabeza de pala, una especie de tamaño pequeño nativa del continente americano. Su equipo capturó a 20 ejemplares y los ubicó en un dispositivo llamado bobina Merritt (un cubo de madera con cables de cobre dispuestos vertical y horizontalmente a lo largo de él, y un tanque de tiburones en el centro) para simular las condiciones de campos magnéticos.
El dispositivo se utilizó así para simular condiciones de campo magnético que correspondían a diferentes lugares de la Tierra, a cientos de kilómetros de donde fueron capturados los tiburones.
Como se preveía, los tiburones se orientaron hacia el norte cuando las condiciones magnéticas simulaban una posición al sur de donde fueron capturados. No se orientaron en ninguna dirección cuando la bobina les indicó que estaban en su casa.
El tiburón cabeza de pala («Sphyrna tiburo»).
«Los cabeza de pala regresan a los mismos estuarios cada año. Esto demuestra que los tiburones saben dónde está su ‘hogar’ y pueden navegar de regreso a él desde una ubicación distante», aseguró en un comunicado Keller.
«Esta investigación –añadió– apoya la teoría de que utilizan el campo magnético de la Tierra como ayuda para encontrar su camino; es el GPS de la naturaleza».
No solo el tiburón cabeza de pala tendría esta habilidad
Añadió que era improbable que los tiburones cabeza de pala desarrollaran esta capacidad independientemente de otros tiburones, y el hallazgo iluminó hazañas impresionantes entre sus especies primas.
«El tiburón blanco, por ejemplo, ha demostrado que migra de Sudáfrica a Australia y vuelve al mismo sitio de marcado al año siguiente en Sudáfrica», dijo.
Este movimiento fue de más de 20.000 kilómetros en nueve meses y el animal mostró una «trayectoria de natación increíblemente recta».
Keller dijo que en futuros estudios le gustaría explorar los efectos de los campos magnéticos procedentes de fuentes humanas, como los cables submarinos, en los tiburones.