Tierra

El impuesto a los gases de las vacas llega a Nueva Zelanda

En Nueva Zelanda hay siete veces más ganado que personas, por lo que se quiere gravar a los agricultores por las emisiones de gases de efecto invernadero de los rebaños.

La mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero de Nueva Zelanda proceden de la agricultura, sobre todo en forma de metano biológico y óxido nitroso procedente de los eructos del ganado, la orina y el estiércol. 

Jacinda Ardern, primera ministra, presentó un plan para que los ganaderos neozelandeses paguen nuevos impuestos basados en el cálculo de las emisiones de sus rebaños.

El dinero recaudado por el impuesto se devolvería a la industria agrícola para la investigación, la tecnología y el pago de incentivos a los agricultores por sus esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero.

«Aquí tenemos una propuesta para que nuestros agricultores sean no sólo los mejores del mundo, sino los mejores para el mundo», mencionó la primera ministra.

Ardern proyectó que el nuevo sistema permitiría al país cumplir su objetivo de emitir un 10% menos de metano para 2030, y avanzar hacia una reducción de al menos el 24% para 2050. 

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