La NASA, la agencia espacial de EE.UU., lanzará este lunes desde una base en California a bordo de un cohete Atlas V el nuevo satélite del programa Landsat, que puso en marcha en 1972 para proveer imágenes de la Tierra para múltiples usos.
Si el clima es propicio el cohete Atlas V de la empresa United Launch Alliance (ULA) despegará desde la plataforma de lanzamiento SLC-3E de la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg (California) a las 14.11 EDT (18.11 GMT) del lunes 27 de septiembre.
Dentro del morro en forma de cono del cohete estará colocado el Landsat 9, de 5.981 libras (2.713 kilos) de peso y fabricado por la empresa Northrop Grumman.
El motor RD-180 de la primera fase del Atlas 5 se apagará aproximadamente cuatro minutos después del inicio de la misión.
Entonces se activará durante 12 minutos un motor Aerojet Rocketdyne RL10, situado en la parte superior del cohete, para poner el satélite Landsat 9 en una órbita casi polar y sincrónica con el sol situada a 438 millas (705 kilómetros) de la Tierra.
Después del despliegue de Landsat 9, ese último motor volverá a encenderse dos veces más para maniobrar en una órbita diferente para la separación de cuatro pequeñas cargas útiles de CubeSat, que comparte el viaje del Atlas V.
El Landsat 9, que operará junto a su hermano Landsat 8, lanzado en 2013, y reemplazará al Landsat 7, producirá regularmente franjas de imágenes de 115 millas (185 kilómetros) de ancho.
El Programa de Servicios de Lanzamiento de la NASA, con sede en el Centro Espacial Kennedy (Florida) será el encargado de gestionar el lanzamiento, pero los equipos del Centro de Vuelo Espacial Goddard (Maryland) serán los que estarán a cargo de la misión.
El Programa Landsat, que la NASA realiza en conjunto con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), es la iniciativa más antigua para la obtención de imágenes satelitales de la Tierra.
El objetivo fundamental del programa es monitorear el uso de la tierra y ayudar a la toma de decisiones para administrar los recursos esenciales, como los cultivos agrícolas, las fuentes hídricas y los bosques, según la NASA.
Los datos del programa, que son públicos y gratuitos, han servido entre otras cosas para seguir la extensión de la urbanización, la deforestación tropical, el retroceso de los glaciares y los cambios en los arrecifes de coral y las fallas tectónicas.
El Landsat 9 cuenta con un Sensor de Infrarrojos Térmico 2 (TIRS-2), que sirve para calcular la humedad del suelo y detectar la salud de las plantas, y con el sensor Operational Land Imager 2 (OLI-2), que proporciona datos en las porciones del espectro visible, infrarrojo cercano e infrarrojo de onda corta.
Según Karen St. Germain, directora de la división sobre investigación terrestre de la NASA, el programa Landsat es la «piedra angular del conocimiento de la superficie terrestre» a nivel global, regional y local.
«Estos datos son esenciales para las agencias de ayuda global, los socorristas aquí en los Estados Unidos, los formuladores de políticas en todos los niveles, los principales productores agrícolas y personas individuales, desde agricultores y ganaderos hasta planificadores urbanos», dijo St. Germain.
En el programa Landsat la NASA es la responsable del desarrollo de naves espaciales y los servicios de lanzamiento y el USGS está a cargo de los sistemas terrestres y el archivo de datos Landsat.
Es el USGS quien operará la misión Landsat 9 después del lanzamiento, que ha sido retrasado varias veces y por distintos motivos este año y originalmente iba a haberse realizado en abril.