Todos sabemos que el Monte Everest es la montaña más alta del mundo, pero hay otros datos extremadamente asombrosos sobre estas cumbres misteriosas y fascinantes que todo escalador sueña alcanzar.
Curiosidades extremas y sorprendentes sobre el Monte Everest
En la cima del Everest… ¡Hay Wifi! Parece surrealista, pero puedes llegar a la cima del Everest, sacarte una foto y compartirla con tus amigos en las redes sociales. Pero esto es completamente real.
Se ha instalado una antena que entrega Internet de alta velocidad y los escaladores pueden conectar sus teléfonos o tabletas para acceder a Internet.
El Monte Everest… ¡Se mueve! Durante mucho tiempo se creyó que el Everest aumentaba su tamaño, pues técnicamente debería hacerlo, pues esta montaña se formó hace 50 millones de años, cuando colisionó Asia y la india, formando los Himalayas.
Sin embargo, los científicos han demostrado que no se eleva, sino que se mueve hacia el norte y lo hace a una velocidad de 42 milímetros al año.
¡Es la montaña más sucia del mundo! El Everest es la Montaña más alta del mundo, pero también la más sucia gracias al paso de los humanos que la visitan cada año. Podríamos pensar que los escaladores son personas que respetan el medio ambiente, pero esto no es así.
A su paso, se estima que las personas que han escalado el Monte Everest han dejado 50 toneladas de basura, lo que la hace la montaña más sucia del mundo.
Pero se han tomado medidas para resolver este problema. Una nueva regla del gobierno de Nepal le exige a cada escalador que vuelva con al menos 8 kilos de basura.
Subir en 40 días, bajar en 3… ¡O en 40 minutos! Para subir al Monte Everest es necesario que el cuerpo se vaya acostumbrando a la altura, por eso se tardan aproximadamente 40 días en subir.
Bajar de forma tradicional toma 3 días. Pero en 2011, dos escaladores se lanzaron en parapente, demorando 42 minutos en descender sobre una aldea.
Yuichiro Miura la escaló… ¡a los 80 años! Si crees que estás viejo y tu sueño de alcanzar la cima más alta del mundo se esfuma, piensa en el japonés Yuichiro Miura, que la escaló a los 80 años. Una gran hazaña, teniendo en cuenta que se requiere un excelente estado físico para hacerlo y que el 4% de los escaladores muere en su intento de escalar el Monte Everest.