Tierra

Una gotita de ecología

CHERNOBIL Y OTROS DESASTRES HUMANOS

Les saludo con afecto y agradecimiento enorme por dedicarle parte de su tiempo a estas líneas, deseando se encuentren saludables al lado de su familia.

Ayer veía con asombro y tristeza un programa de televisión en el que se describía la tragedia de la planta nuclear rusa de Chernóbil, cuyo desastre, ocurrido justamente el 26 de abril de 1986, puso en alerta a la humanidad y demostró el poder destructivo de la radiación hasta nuestros días. Pues lo ocurrido sigue causando daños a la vida en general y no solo en esta región del planeta, sino también en muchas otras partes del mundo, como en Japón, donde también se registró un suceso similar, concretamente en Fukushima. Siendo estos eventos, las tragedias más destructivas del siglo XX y una tragedia medioambiental que sigue marcando la vida de los humanos. Por los materiales radioactivos que se desplazaron por Europa y alcanzaron a América del Norte.

A este acontecimiento le han seguido desastres de carácter ambiental que han marcado la vida de la humanidad, la vida terrestre y marina que, quizá no sea tan agradable leer, pero que nos recuerda que estos daños y sus impactos nos afectan, muchos de ellos de manera irreversible.

Algunos de ellos han sido:

El derrame de petróleo en el Golfo de México.

La destrucción de la Selva Lacandona, que aún sigue vigente por la extracción de metales y maderas preciosas, además de petróleo.

El derrame químico de Bhopal, en la India.

 El mar de basura en el Océano Pacifico que cada día crece y crece.

 La marea negra de barco Exxon Valdez-

El desastre ecológico del barrio Love Canal en las cataratas del Niagara.

El vertedero electrónico de Guiyu, en China, que tiene envenenados al 88% de los niños de la región con plomo.

 La lista continua a nivel mundial, pero en nuestro país las afectaciones ambientales también tienen una lista que no debemos olvidar, para que no se sigan registrando. Y una de ellas es precisamente la deforestación, la perdida de bosques y selvas que no se detiene y que oscila entre 350 y 650 mil hectáreas por año, según datos de WWF.

Los derrames de petróleo son otro de los desastres en nuestro país, que además afectan a la fauna y flora marina y sus consecuencias en muchos casos son irreversibles, como la fuga de fosgeno en mi querida Poza Rica, en Veracruz, en 1950; el derrame del pozo Ixtoc en la Sonda de Campeche, en 1979; la explosión de gas en San Juanico en 1984 y en la cual participé como empleado del DIF del estado de México en aquel entonces y que dejó huella imborrable en muchas familias.

De acuerdo a datos de la Dirección de Emergencias Ambientales de la PROFEPA, de 1993 a 2009 se han registrado 7,998 emergencias ambientales, principalmente en Veracruz, Tabasco, Campeche, Tamaulipas y Chiapas y solo de octubre de 2011 a enero de 2012 se registraron 5 derrames de petróleo en la zona del Golfo de México.

Y qué decir de la contaminación por metales pesados que afecta a las pesquerías de nuestro país y para no salir de la región, en el mismo golfo de México la contaminación de arsénico, plomo, cadmio y otros, como el plomo, afectan la fauna y flora de esta región. Y tierra adentro, que decir de la contaminación del agua por basura, agroquímicos y otras sustancias de muestra la presa del bosque en nuestro municipio, contamina sus aguas la presencia de plásticos, desechos de construcción, basura en general y la presencia inequívoca de agroquímicos que escurren a este cuerpo de agua, parte del sistema Cutzamala.

La lista podría seguir, pero esta es una remembranza de lo lastimado que esta nuestro planeta, sus océanos y mares, las aguas continentales, los suelos, los bosques y nosotros, los humanos.

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