Saurópodos, especies cornudas y avestruces prehistóricas temblaban ante la presencia del carcharodontosaurio, un depredador voraz.
Los restos fósiles revelaron sus dimensiones. Más masivo que un elefante contemporáneo, y con una dentadura afilada parecida a las de los tiburones, el carcharodontosaurio dominó el centro de Asia hace 90 millones de años. La mandíbula intacta de un ejemplar antiguo fue localizado en Uzbekistán. A partir de los dientes, encontrados completos, los investigadores de la Universidad de Calgary determinaron que fue uno de los depredadores más feroces del Cretácico tardío.
Entre las dunas de un desierto de arena roja
Originalmente, la mandíbula se localizó en la década de los 80 en el desierto de Kyzyl Kum, al centro del país. Literalmente, el nombre del sitio se traduce como ‘arena roja’, y ocupa uno de los primeros lugares entre los más extensos en el mundo. Sin embargo, la pieza fue redescubierta en 2019.
Con base en los restos fósiles encontrados, el equipo de científicos en Uzbekistán determinó que el carcharodontosaurio tenía una longitud de al menos 8 metros. El Ulughbegsaurus uzbekistanensis fue nombrado en honor a un astrónomo y matemático local del siglo XV, Ulugh Beg. Además de la dentadura afilada de la mandíbula exhumada, lo que más sorprendió a los paleontólogos fueron las dimensiones del animal prehistórico.
En total, podría haber sido 5 veces más pesado que los tiranosaurios, según escriben los autores en su artículo para Royal Society Open Science. De acuerdo con el árbol filogenético de ambas especies, estuvieron relacionados como primos lejanos. A pesar de su familiaridad genética, fueron competidores en la cadena alimentaria prehistórica.
Un depredador dominante
Según la autora principal de la investigación, Darla Zelenitsky, los carcharodontosaurios eran más delgados en complexión que los tiranosaurios. Sin embargo, eran mucho más grandes, y podían tener un peso total de 6 toneladas. En algún momento hace 90 millones de años, sin embargo, desaparecieron de la faz de la Tierra. Fue entonces que sus primos filogenéticos aumentaron en tamaño y masa.
«Nuestro descubrimiento indica que los carcharodontosaurios todavía eran depredadores dominantes en Asia hace 90 millones de años«, explicó Kohei Tanaka, profesor asistente de la Escuela de Graduados en Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente de la Universidad de Tsukuba en Japón. Varios otros académicos en el área concuerdan con él, a pesar de no haber participado en el estudio.
Antes de su desaparición repentina, sin embargo, se alimentaban de otras especies cornudas, saurópodos y avestruces prehistóricas con los que compartían ecosistema. A partir de la extinción del carcharodontosaurio, sin embargo, los tiranosaurios asumieron el papel como los depredadores principales en Asia y América del Norte.