Tierra

Timidez de los árboles: el increíble fenómeno que evita que las ramas se toquen entre sí

Fuente: www.muyinteresante.com.mx

¿Has notado que algunos árboles parecen evitar tocarse en la parte más alta de sus ramas?  Esta es la explicación:

Los árboles son organismos vivos que responden a su entorno todo el tiempo. Aunque sus movimientos no son tan evidentes como los de los animales, las hojas y ramas de cada planta y árbol cambian de posición decenas de veces al día en busca de luz, calor, humedad y en respuesta a la gravedad, cuando están frente a un muro o cuando llevan a cabo la respiración vegetal.

Uno de los efectos más evidentes del movimiento de las plantas es la timidez de los árboles, un fenómeno que se ha observado en distintas especies y consiste en que los árboles evitan tocarse entre sí, limitando el crecimiento de sus ramas en la copa. Este margen crea un espacio de algunos centímetros entre las ramas de cada árbol vecino, provocando ranuras que simulan el cauce de los ríos y otros cuerpos de agua.

A partir de la observación y el estudio minucioso de los eucaliptos, Ralph sugirió que la separación de unos cuantos centímetros no era producida directamente por los árboles, sino que se debía al roce y la fricción de las ramas cuando chocaban con el viento.

Sin embargo, su teoría fue desechada posteriormente al notar que ninguna de las especies que presentan timidez de los árboles llegaba a tocar a un árbol vecino a lo largo de su desarrollo, sino que mantienen este estrecha separación en la copa a lo largo de su vida.

 Y aunque a ciencia cierta aún no está del todo claro el mecanismo que produce la timidez de los árboles, la evidencia creciente apunta a que en realidad, se trata de un mecanismo evolutivo de cooperación que permite la coexistencia de distintos ejemplares y la posibilidad de alcanzar espacios de luz para continuar su desarrollo, además de permitir la filtración de los rayos solares al suelo.

Los fotorreceptores podrían jugar un papel crucial en la timidez de los árboles. Está demostrado que si bien las especies vegetales no poseen un sistema nervioso, son capaces de percibir otros ejemplares a su alrededor.

Esta teoría se refuerza a partir de los últimos descubrimientos en percepción vegetal, un campo cada vez más estudiado que demuestra la habilidad de las plantas para responder de distintas formas a los estímulos del medio, incluso a depredadores, ejemplares de la misma especie o parásitos que las atacan.

Además, la timidez también puede ser una ventaja evolutiva: al evitar tocarse, algunos árboles podrían evitar la transmisión de enfermedades o parásitos y mantenerse libres de ellos durante el resto de su vida.

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