En el estado de Puebla, 72.2 por ciento de los 115 cuerpos de agua se encuentran altamente contaminados con una presencia predominante de metales pesados, factor que se traduce en un riesgo para la población.
Karla Rubio Nava, especialista en Ciencias Fisiológicas por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y actual científica del Instituto Max Planck de Investigaciones en Corazón y Pulmón, en Alemania, resaltó que, en los cuerpos de agua de seis municipios, entre estos San Andrés Azumiatla, Santorum, San Francisco Ocotlán, Santa Clara Ocoyucan, Puebla, San Andrés Cholula y Santiago Momoxpan, se encuentran lo más altos grados de contaminación.
Al presentar los avances de un proyecto de investigación del Laboratorio Internacional EPIGEN, Epigenética de las Enfermedades Asociadas a la Contaminación en el que participa, la científica advirtió que la exposición a metales pesados como el cadmio disminuye la expresión de genes que codifican proteínas que mantienen la organización subnuclear en el ser humano, con lo cual, se pone en riesgo la salud.
“De acuerdo con la Red Nacional de Monitoreo de la Calidad de Agua, en México existen más de 5 mil cuerpos de agua de tipo superficial y profundo. De estos, 115 se encuentran en el estado de Puebla y el 72.2 por ciento están altamente contaminados, con una presencia predominante de metales pesados”, destacó la investigadora.
Durante su participación en el Primer Congreso “La Gestión Integral del Agua en Puebla”, la egresada de la Licenciatura en Biomedicina y de la Maestría en Ciencias Fisiológicas de la BUAP explicó que una de las mayores preocupaciones es la presencia de metales pesados en los cuerpos de agua.
“Al analizar la alta densidad de focos rojos relacionados con la presencia de tóxicos en los cuerpos de agua en dos zonas de estudio (P1 y P2), se observó que la zona P1 tiene cuerpos de agua superficial con altas concentraciones de cadmio.
Esta zona se integra por 17 comunidades de seis municipios, entre estos San Andrés Azumiatla, Santorum, San Francisco Ocotlán, Santa Clara Ocoyucan, Puebla, San Andrés Cholula y Santiago Momoxpan”, detalló.
Destacó que el cadmio podría ser un regulador directo de las características malignas en las células y expuso que, anualmente, 12.6 millones de muertes a nivel global se deben a la contaminación, las cuales podrían evitarse.
“De esta cifra, 1.7 millones se asocian al desarrollo de procesos tumorigénicos y diferentes subtipos de cáncer. En México, en 2020 se reportaron más de 90 mil muertes asociadas a neoplasias malignas, principalmente de mama, próstata, colon, tiroides y cérvix”, lamentó.
Con base en el catálogo de defunciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sobre muertes asociadas a neoplasias, de 2015 a 2019 en parte de la zona metropolitana de Puebla, se presentaron 46.8 por ciento del total de defunciones en la entidad poblana asociadas con cáncer.
La primera científica mexicana en obtener el Premio Von Behring-Röntgen Young Talent Award 2019, una de las más altas distinciones médicas en Alemania, precisó que los tipos de cáncer con mayor prevalencia en Puebla fueron en órganos respiratorios, genitales masculinos, tejidos linfoides, mama y órganos genitales femeninos, así como en órganos digestivos.
“El estudio se delimitó a cáncer de hígado y mama, los subtipos más prevalentes en ambos géneros y con mayor presencia en las zonas P1 y P2, para analizar la expresión de los genes que codifican proteínas nucleares y proteínas para separación de fases. En este se observó una expresión a la baja en todas las líneas celulares. Esto sugiere un cambio en la estructura tridimensional de los compartimentos subnucleares y que ello se determina la expresión alterada en estas células de cáncer”, apuntó.
