Aire

Nueva herramienta contra la contaminación del aire en Canadá

La polución del aire es uno de los problemas que deben enfrentar las grandes ciudades en Canadá y, con la llegada del Covid-19, se ha hecho aún más evidente el valor que tiene poder respirar en ambientes libres de contaminación.

La medición de la calidad del aire se vuelve cada vez más precisa y necesaria y un desarrollo producido por la Universidad de Toronto busca aportar en ese sentido.

Investigadores de la UdeT desarrollaron un vehículo, equipado con una serie de dispositivos, que cumplen cada uno funciones distintas a la hora de detectar los variados agentes de polución, que se pueden encontrar en el aire del conglomerado urbano más grande del país.

Se trata de un verdadero laboratorio ambulante, que realiza mediciones precisas de la calidad del aire en tiempo real.

Desarrollado por el grupo de Transporte y Calidad de Aire de la casa de estudios, el móvil incluye una cámara que captura imágenes en 360 grados, un sistema detección y telemetría de la luz conocido por sus siglas lidar, un transpondedor de ubicación geoposicional y un anemómetro ultrasónico, así como sensores de temperatura, humedad, partículas y gases contaminantes.

Con los datos capturados por cada uno de estos dispositivos, una plataforma instalada sobre el techo del automóvil envía la información a una servidor en la “nube digital”.  La información es actualizada segundo a segundo y se complementa con las imágenes captadas por la cámara y el sistema lidar.

Ese conjunto detallado de información es contrastado con los mapas de la contaminación atmosférica de la ciudad.

De esa manera, los expertos pueden comparar las mediciones llevadas a cabo en tiempo real por el móvil, al que bautizaron como UrbanScanner, con la data disponible sobre una zona específica de la ciudad, pudiendo aislar los indicadores sobre un barrio o incluso una calle específica.

Es así como los investigadores tienen la ocasión de determinar de qué manera el flujo del tránsito vehicular, la cantidad y características de los árboles y otra vegetación presente y las características de la edificación en una zona específica influyen en los patrones de contaminación local y, al mismo tiempo, observar las variaciones ocurridas en un lapso determinado, ya sea para establecer momentos del día donde la contaminación es mayor, por ejemplo, o los cambios que se producen entre diferentes momentos del año.

El UrbanScanner ha estado recorriendo las calles de Toronto desde 2020, captando datos y permitiendo a los desarrolladores trazar un cuadro más detallado del estado real del aire en la urbe, identificando las variaciones propias de la situación en una arteria con alto nivel de circulación de vehículos y personas o en una apacible callecita en un barrio residencia.

En el transcurso de un solo mes, el “escáner urbano” puede registrar más de 2.280 kilómetros de conducción, o más de 100 horas de recogida de datos. Eso suma más de 250.000 puntos de datos.

El flujo informativo acumulado a lo largo del tiempo podría ser una herramienta indispensable para que los expertos sean capaces de predecir la calidad del aire en una zona y momento determinados, dando de esa manera una ocasión invalorable para tomar las medidas que permitan reducir la contaminación, prevenir a la población sobre las zonas a evitar, sobre todo en el caso de aquellas personas con problemas respiratorios o de alergias, y adoptar las soluciones urbanísticas adecuadas para anular las causales de la degradación ambiental.

Según un reporte de la Autoridad Sanitaria de Toronto, en torno al estado del aire en la ciudad y zona de influencia, publicado en 2014, la contaminación atmosférica procede principalmente del tránsito de vehículos, las fuentes industriales, las fuentes residenciales y comerciales, y las fuentes móviles fuera de la carretera, como el ferrocarril y el mar. El tránsito tiene el mayor impacto en la salud, contribuyendo a unas 280 muertes prematuras y 1.090 hospitalizaciones cada año, lo que supone un 20 por ciento de todas las muertes prematuras y un 30 por ciento de todas las hospitalizaciones debidas a la contaminación atmosférica.

La polución producida por la circulación de vehículos convencionales, propulsados por combustibles fósiles, contribuye probablemente a 800 episodios de bronquitis aguda entre los niños, 42.900 días de síntomas de asma principalmente en los menores, 43.500 días de síntomas respiratorios, como molestias en el pecho, sibilancias o dolor de garganta, y 128.000 días en los que la gente debería reducir sus actividades normales, como consecuencia de la contaminación atmosférica.

Las emisiones atribuidas a los sectores residencial y comercial proceden casi en su totalidad de la combustión de gas natural. El gas natural es una fuente de energía más limpia que el carbón o el petróleo, sin embargo, sus emisiones están relacionadas con cerca del 28 por ciento de las muertes prematuras y el 20% de las hospitalizaciones derivadas de la contaminación  del aire.

Entre 2008 y 2012, la contaminación atmosférica de las grandes industrias siguió contribuyendo al 18 por ciento de las muertes prematuras y al 10 por ciento de las hospitalizaciones en Toronto.

A pesar de los datos precedentes, las mediciones más recientes permiten observar que algunos de los indicadores de los niveles de polución en la urbe han bajado, como resultado de diversas medidas adoptadas para contrarrestar la degradación del aire local.

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