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Mono aullador y otras especies de México, en zona roja ante el cambio climático

Son, al menos, cinco especies en México las que se encuentran amenazadas por el cambio climático: el mono aullador de Yucatán, el mono aullador de manto, el murciélago Balantiopteryx io, así como dos especies de marsupiales, el zorro de agua y la zarigüeya lanuda centroamericana, de acuerdo con el el estudio titulado “Diversidades de especies, grupos taxonómicos y funcionales de mamíferos terrestres en riesgo bajo escenarios de cambio climático y cambio de uso de suelo/cobertura en México”.

Con el objetivo de proyectar los riesgos que diversas especies de México sufrirían debido al cambio climático, un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como por integrantes del Departamento de Zoología, Instituto de Biología de la UNAM, construyeron un índice de riesgo de especies.

Tal índice contempló factores como la vulnerabilidad, la exposición y el peligro para dichas especies, un total de 450, con base en el marco conceptual más reciente que contempla el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), con el propósito de “proyectar el riesgo futuro para las especies, grupos taxonómicos y funcionales de mamíferos terrestres que ocurren en México”, se indicó en el estudio publicado por la revista Global Change Biology, el pasado 30 de agosto.+

El estudio explica que, para determinar las afectaciones que corren cada una de las especies, el riesgo se estableció como la conjunción de la vulnerabilidad, la exposición y el peligro ante el cambio climático. Además, también toma en cuenta la capacidad de adaptación de las mismas, así como la exposición y las amenazas a su entorno.

“Utilizamos modelos de nichos ecológicos para evaluar la exposición de las especies y la capacidad de adaptación al CC [Cambio Climático] al proyectar la distribución potencial de las especies utilizando registros de especies únicas”, para lo cual crearon 19 variables bioclimáticas, en las que se tomaron en cuenta “los cambios proyectados en la temperatura media anual y la precipitación anual en comparación con las condiciones actuales”, así como probables incendios y huracanes, en diversas intensidades, según indica el estudio.

El Índice de riesgo de las especies, para lo cual se sumaron los puntajes correspondientes a la vulnerabilidad, exposición y peligro –entre más altos indicaron un mayor riesgo para las especies– dio como resultado que el mono aullador de Yucatán (Alouatta pigra) y el mono aullador de manto (Alouatta palliata) son dos especies que “estuvieron frecuentemente presentes en el decíl superior de mayor riesgo”.

Pero no fueron los únicos, a este índice de mayor riesgo se suman otras tres especies: el murciélago de saco del sureste (Balantiopteryx io), el zorro de agua (Chironectes minimus) y la zarigüeya lanuda centroamericana (Caluromys derbianus).

Otro hallazgo del estudio fue que las especies, particularmente los mamíferos terrestres, que cuentan con un peso de 15 kilogramos y más, son las que corren mayor riesgo frente al cambio climático, debido que que, en comparación con las especies pequeñas, requieren áreas de hábitat más grandes, de acuerdo a su comportamiento territorial y las necesidades para la caza.

Desde el 2011, un estudio de la Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Universidad Veracruzana (UV), realizado por Ariadna Elizabeth Aguilar Duarte, Francisco García Orduña y María de Jesús Rovirosa Hernández, alertó que, desde entonces, los monos aulladores ya enfrentaban la pérdida de su hábitat como consecuencia de una acelerada destrucción de las selvas, que si bien puede deberse a la intervención del hombre en estas áreas para establecer asentamientos humanos, para utilizarlas como zonas agrícolas, por incendios provocados, también era resultado de fenómenos naturales, como los huracanes.

Asimismo, el estudio titulado “Aullidos en la selva” y publicado en la edición de septiembre-diciembre de 2011, subrayó que los monos aulladores son “altamente selectivos” con su alimentación, ya que entre los vegetales que consumen se encuentran las hojas maduras, las hojas tiernas, frutos, flores, y algunas especies arbóreas, por lo que si el ambiente en donde habitan es perturbado se presenta una escasez de alimentos.

El estudio de la UV también señaló que las tropas, como se denomina al grupo en el que conviven estos primates, requieren de entre treinta y sesenta hectáreas de selva para sobrevivir durante un año, pero al fragmentarse su espacio se pueden dar dos problemas: el primero es que, al habitar espacios tan pequeños, haya una competencia con el fin de defender su territorio, y el segundo es que las tropas, normalmente integradas por entre cuatro y 11 monos, ahora estén compuesta por hasta 28 individuos, una sobrepoblación que provocaría, nuevamente, una escasez de alimentos.

En noviembre de 2015, un informe realizado por primatólogos especializados en conservación reveló que eran 25 primates los más amenazados a nivel mundial, entre ellos el Alouatta Pilliata y A. pigra. También advirtió que la mitad del total de las especies del planeta se encuentra en Peligro de Extinción.

El estudio, realizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la Sociedad Zoológica de Bristol, la Internacional de Primatología y Conservación Internacional (CI), subrayó la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar la desaparición de estos animales, entre los que se encontraban cinco especies de primates de Madagascar, cinco de África, 10 de Asia y cinco del continente americano como las que precisan atención más inmediata.

Entre las que más peligran mencionaron al gibón de Hainan, del que se cree, sólo restan 25 ejemplares en vida libre; el lémur deportivo del norte, del que sólo restan 50 ejemplares en libertad. Además, el género de monos colobos rojos en África y algunos aulladores y monos araña de América se encuentran gravemente amenazados.

Los primatólogos señalaron en su informe que las principales amenazas para este grupo de animales, y también factores importantes para lograr su conservación, son la destrucción del hábitat, que principalmente se da por la quema y tala de bosques; la caza de primates para consumo humano y el comercio ilegal de vida silvestre.

Por ello, los científicos señalaron que era necesario emprender proyectos de protección de especies y su hábitat de la mano de comunidades internacionales de conservación, investigación y otras instituciones, ya que de no conservarse las especies, se contribuirá además a mermar la mitigación necesaria contra el cambio climático.

“Existe una creciente evidencia de que ciertas especies pueden desempeñar un papel clave en la dispersión de las semillas de las especies de árboles forestales tropicales que tienen un papel sumamente importante en la mitigación del cambio climático; una consideración particularmente notable dado la próxima conferencia de las partes de la convención sobre el clima en París “, se indicó en el estudio de 2015.

El aumento del nivel del mar y los patrones de cambio climático amenazan la línea costera. Foto: Omar Martínez, Cuartoscuro

Sobre México, recordaron que aquí se albergan tres especies de primates y todos están incluidas en alguna categoría de la Lista Roja de la UICN, que incluye a animales amenazados del mundo. Se trata de dos especies de mono aullador (Alouatta Pilliata y A. pigra) y una de mono araña (Ateles Geoffroyi), de los cuales, los últimos dos se encuentran en Peligro de Extinción.

La fragmentación de sus hábitats, estragos del cambio climático y el tráfico ilegal para el mercado de mascotas son los principales factores que les ponen en riesgo, se indicó en el estudio.

En tanto en el estudio “Diversidades de especies, grupos taxonómicos y funcionales de mamíferos terrestres en riesgo bajo escenarios de cambio climático y cambio de uso de suelo/cobertura en México” se señaló que fueron 15 especies las que “perdieron toda su área de condiciones climáticas adecuadas al menos bajo una de las combinaciones de escenarios CC [Cambio Climático], estas especies fueron “las más expuestas de acuerdo con nuestro índice de riesgo propuesto”, por lo que no se pudo hacer un cálculo objetivo del puntaje de riesgo final como en el resto de las especies, “ya que la pérdida de las condiciones adecuadas equivalía al 100 por ciento”, indicaron los resultados de la investigación.

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