Tierra

La Tierra podría experimentar un gran cambio climático y no causado por el hombre

De acuerdo con una investigación publicada recientemente en la revista Science, hace 42 mil años hubo una ruptura del campo magnético de la Tierra que provocó importantes variaciones globales en el clima y extinciones masivas.

El estudio fue dirigido por científicos de la Universidad de New South Wales Sidney y del Museo de Australia del Sur.

La hipótesis más fuerte apunta a que en aquel tiempo se dio un punto de quiebre en la historia de nuestro planeta. Por ejemplo, se produjeron tormentas eléctricas, auroras boreales que se hicieron visibles en varias regiones y también hubo presencia de mucha radiación cósmica.

Esta serie de fenómenos se desencadenaron por dos razones fundamentales: la inversión de los polos y los vientos solares cambiantes.

Según apunta uno de los coautores, Chris Turney, “por primera vez en la historia hemos podido datar con precisión el tiempo y los impactos ambientales de los últimos cambios en los polos magnéticos” (www.phys.org 18/02/21).

¿A qué se refiere Turney con los cambios producidos en los polos magnéticos?

Fundamentalmente a la inversión magnética (también llamada variación de polaridad) que se produce cuando la orientación del campo magnético terrestre sufre modificaciones, de tal suerte que la posición magnética del polo norte y sur se intercambian.

El estudio se enfoca en la variación ocurridahace 42 mil años, conocida como ‘Evento Adams’ y que fue temporal porque los polos volvieron a su sitio original luego de 250 años.Al respecto, los científicos poseen cifras muy claras: cada 200 mil o 300 mil años se produce una gran inversión, aunque, para desconcierto de todos, ya han pasado más de 780 mil años desde la última vez que sucedió.

¿Por qué razón se intercambian los polos magnéticos?, ¿hay algún mecanismo aún desconocido que está detrás de todo esto? Hasta ahora nadie lo sabe con certeza, pero algunas hipótesis apuntan a que esto pasa por las alteraciones que se dan en el núcleo terrestre.

El núcleo, formado por hierro líquido, se encuentra a unos tres mil kilómetros bajo nuestros pies.

El trabajo de Turney y su equipo se basó en el análisis de una especie de árboles llamada Kauri, originaria de Nueva Zelanda. Al utilizar la información proporcionada por los árboles fosilizados, se pudo medir y datar el pico que hubo en los niveles de radiocarbono atmosférico causado por el campo magnético terrestre. 

La datación por radiocarbono es uno de los grandes avances del siglo XX. Su utilización se podría equiparar con tener una máquina del tiempo, ya que con ésta es posible conocer con suma precisión el momento en el que existieron materiales orgánicos en un periodo no mayor a 50 mil años.

Es relativamente simple comprender cómo funciona la técnica de radiocarbono porque todos los organismos vivos absorbemos este elemento químico de la atmósfera y de los alimentos que consumimos. Ello incluye una pequeña porción de carbono-14, que es radioactivo. Cuando una planta, un animal o un ser humano mueren dejan de absorberlo, pero el carbono radioactivo continúa acumulándose y radiando.

Lo que hacen los científicos cuando quieren estimar la edad de un organismo, es justamente medir la cantidad de carbono-14 acumulada.

Los árboles Kauri permitieron a los científicos atar cabos con respecto a la relación establecida entre éstos y los cambios ambientales que se produjeron a lo largo del tiempo. ¡Paleoapocalipsis!

El descubrimiento también podría explicar otros eventos importantes como la extinción de los neandertales: una especie del género homo que habitó la Tierra hace 230 mil años y que se extinguió hace 40 mil años. La especie estuvo presente en Europa, Oriente Próximo, Oriente Medio y Asia Central.

Igualmente resolvería otro asunto que tiene que ver con el surgimiento repentino del arte figurativo en las cuevas de muchos sitios del mundo.

Por si fuera poco, los científicos encargados del estudio pudieron dar cuenta de que, como consecuencia del movimiento de los polos en aquellos años, se produjo un desequilibrio en el campo magnético de la Tierra que hizo que las auroras boreales, que normalmente se producen en los polos norte y sur, se viesen por todo el planeta.

El fenómeno de las auroras boreales se da cuando el viento solar golpea la atmósfera de la Tierra.Luego, estas partículas cargadas de energía tienden a irse hacia los polos porque ahí es donde se concentra la mayor cantidad de magnetismo y éste las atrapa. Pero, cuando los polos sufren alteraciones producto de los cambios a los que nos hemos referido, entonces las auroras boreales también sufren transformaciones.

Los científicos aún no saben con certeza cuándo se volverá a producir un cambio brusco en los polos magnéticos de la Tierra, pero están conscientes de que puede ocurrir tarde o temprano porque actualmente el polo magnético norte presenta cambios y tiene un leve desplazamiento a través del hemisferio norte.Además, el campo magnético terrestre se debilitó alrededor del 9% en los últimos 170 años.

Si sucediera una inversión de los polos como la de hace 42 mil años, habría consecuencias importantes para nuestras sociedades. La radiación cósmica nos bombardearía y pondría en riesgo las redes satelitales y de energía eléctrica. También agravaría la crisis climática.

La investigación completa se puede consultar en el siguiente enlace: https://science.sciencemag.org/content/371/6531/811/tab-figures-data

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