Nueve municipios del Estado de México fueron los más afectados por las lluvias a lo largo del año: Coacalco, Ecatepec, Jilotepec, Metepec, Temascalcingo, Toluca, Ocoyoacac, San Mateo Atenco y Otzolotepec, registraron viviendas afectadas por las inundaciones y requirieron coordinación con autoridades de los distintos órdenes de gobierno para atender la emergencia.
Las lluvias recrudecieron en el mes de septiembre, cuando se inundaron varios municipios. Coacalco registró por lo menos 200 casas afectadas y el peligro de desprendimiento de tierra en la Sierra de Guadalupe.
En Ecatepec, el número de inmuebles afectados fue de 300 y dos personas perdieron la vida tras haber sido arrastradas por la corriente, la cual provocó el desalojo de vecinos.
La presa Danxho, en Jilotepec, rebasó su límite y aumentó el nivel del Río Tula, poniendo en riesgo a los habitantes del estado de Hidalgo, que también enfrentaba una crisis severa en Tula debido a las precipitaciones.
La situación fue controlada a tiempo, pero hubo movilizaciones en ambas entidades y desalojo de habitantes.
Metepec también estuvo en la mirada nacional, luego de que más de 50 automóviles estacionados al exterior de un templo religioso resultaran afectados por las lluvias. El estacionamiento se inundó y las unidades flotaron durante varios minutos hasta que los niveles del agua fueron abatidos.
En Otzolotepec, la Universidad Politécnica también se inundó dos veces por el mal estado y exceso de basura en unas canaletas, pero no registraron daños estructurales que pudieran comprometer el patrimonio de los escolares.
La situación del Valle de Toluca fue de las más complejas por su cercanía con el Río Lerma y la posibilidad de un desbordamiento. En ese sentido, los municipios de Toluca, Lerma, Metepec, Ocoyoacac y San Mateo Atenco trabajaron en conjunto con la Comisión Nacional del Agua(CONAGUA) y la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM).
Más de 250 casas en San Pedro Cholula, en Ocoyoacac, resultaron afectadas por las inundaciones y permanecieron al menos 15 días bajo las aguas. Cabe recordar que hace tres años el ejército tuvo que intervenir en San Mateo Atenco, luego de que más de mil casas resultaran afectadas por el desbordamiento del Río Lerma.
Las autoridades mantuvieron la vigilancia durante meses hasta que los niveles se regularizaron y no implicaron un riesgo para los habitantes.
