Aire

Hallan en el aire de CDMX bacteria que causa el hongo negro, pero ¿qué significa?

Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que en el aire de la Ciudad de México circulan las bacterias que causan el hongo negro pero ¿qué significa esto?

De acuerdo con el equipo encabezado por María del Carmen Calderón Ezquerro del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, estas bacterias patógenas provienen de la familia Mucoraceae y resultan ser «habitantes» de zonas urbanas en una muestra de 42 partículas que circulan en el valle de México.

El hongo negro se aprovecha de los bajos niveles del sistema inmunológico en pacientes que tuvieron Covid-19, por lo que es más factible que las personas que ya padecieron del coronavirus sean más sensibles a estas bacterias.

Sin embargo, dichas bacterias no solo pueden causar el famoso hongo, sino que también pueden propiciar enfermedades respiratorias como la laringitis, faringitis, asma, alergia, edema pulmonar o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

El que las personas puedan ser propensas a presentar este tipo de enfermedades también va a depender de la época del año; las bacterias presentan una clara variación estacional en época seca y de lluvias.

Condiciones atmosféricas podrían afectar su propagación

Calderón Ezquerro explicó que la microbiota del aire (o bioaerosoles) engloba a las partículas de origen biológico suspendidas en el aire; pueden ser microrganismos vivos o muertos, algas, bacterias, protozoarios, arqueas (organismos celulares) o agentes infecciosos, como los virus, además de granos de polen y esporas de hongos.

Esas partículas se emiten desde el océano o los continentes. Su distribución geográfica es local, regional y continental.

La atmósfera es un ambiente hostil para dichos microorganismos: pueden sufrir pérdida de viabilidad, morir o simplemente ser acarreados por el viento de un lado a otro.

“Se dice que la atmósfera no es su hábitat, sino que simplemente les sirve para dispersarse, pero hay controversia porque algunos pueden tener actividades metabólicas en el aire”, dijo la investigadora.

Algunos microorganismos pierdan viabilidad por las condiciones atmosféricas de radiación, desecación, variación de la temperatura, humedad, etcétera, y otros producen toxinas.

La mayoría de los microorganismos se ubica en la primera capa planetaria, identificada como troposfera; sin embargo, debido a la dinámica atmosférica son transportados a mayores alturas y, junto con esporas de hongos, se han encontrado a alturas de 80 kilómetros, en la mesósfera.

Aunque otros procesos atmosféricos disminuyen su presencia, como la lluvia, que hace un “lavado”, esas partículas nos rodean todo el tiempo.

El estudio aerobiológico, publicado en la revista internacional Environmental Pollution, utilizó varios equipos de monitoreo y de metagenómica para identificar con precisión qué microorganismos estaban en el aire que se respira en la capital mexicana.

“Los resultados indicaron que las comunidades bacterianas estuvieron representadas principalmente por los phyla (tipos a los que pertenecen algunos géneros patógenos): Actinobacteria (Mycobacterium, Corynebacterium), Proteobacteria (Escherichia coli, Salmonella, Vibrio, Helicobacter), Firmicutes (Bacillus, Clostridium, Staphylococcus, Streptococcus), Bacteroidetes (Flavobacterium, Sphingobacterium), Cyanobacteria (especies de Oscillatoriales productoras de cianotoxinas, entre otras), y las comunidades fúngicas (de hongos) Ascomycota (Asperguillus y Penicillium), Basidiomycota (Cryptococcus), y Zigomycota (Rhizopus y Mucor familia Mucoraceae, causante del hongo negro)”.

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