Las familias de pescadores que dependen de la presa Andrés Figueroa, ubicada en la comunidad de Las Garzas, municipio de Ajuchitlán del Progreso, solicitaron el apoyo urgente del gobierno de la República y de Guerrero, pues la sequía de este año provocó la mortandad de miles de mojarras y con ello, se acabó la única actividad productiva que tienen para sobrevivir. P
or medio de videos en redes sociales, Artemio Mejía Terrones, representante de la cooperativa “Liberales Ajuchitecos” y Elfego Jiménez Figueroa, de “Pescadores Unidos de Las Garzas”, dieron a conocer que la situación que enfrentan es grave, pues nunca la presa de referencia había quedado seca por completo.
En las imágenes aparecen rodeados por sus compañeros, explican que las dos cooperativas reúnen a 45 socios, todos jefes de familia, núcleos cuya única actividad laboral es la pesca. Primero realizan una presentación desde lo alto de la presa, posteriormente desciende, bajo un sol que cae directo, protegidos por cachuchas y sombreros, caminando en la tierra agrietada por la escasez de humedad.
Hacen pausas, muestran los botes que cotidianamente utilizan para trabajar arrumbados, inútiles al no tener agua para flotar, mientras que alrededor se extiende una gigantesca mancha blanca que aseguran, se compone por miles de mojarras muertas.
“No son miles, son millones”, enfatiza uno de los pescadores mientras camina apuntando la cámara del celular hacia el punto en que se ubica la mancha integrada por las mojarras muertas.
Otros indican que no se deben acercar tanto, pues la peste que desprenden los peces muertos representa también ya un riesgo para la salud.
En algunos extremos de la presa, muy pegado a las compuertas se aprecian algunas manchas de humedad, ellos señalan que el nivel que alcanza la poca agua que queda es de centímetros, lo que impide que se pueda echar mano de ella.
“Esa agua no sirve ya ni para lavar”, lamentan mientras mueven la cámara del dispositivo móvil tratando de hacer visible la situación en que se encuentran.
“Por favor presidente Andrés Manuel López Obrador, gobernadora Evelyn Salgado Pineda vengan a vernos o manden a alguien que pueda ayudarnos, nos hemos quedado sin nada”, claman al momento en que graban el suelo seco de la presa.
Entre las pocas respuestas que han encontrado por parte de trabajadores de la Comisión Nacional del Agua, está la versión de que las compuertas no han recibido mantenimiento durante muchos años, de tal suerte que los empaques que debían ayudar a retener el agua no cumplen con su función, “hay una fuga y esta es la consecuencia”.
Hasta el año anterior, la Andrés Figueroa logró mantener una cantidad mínima para que los peces se mantuvieran vivos, pero en esta ocasión la sequía definitiva los alcanzó.
“Hubo una fuga muy grande, el agua se calentó y comenzaron a morir las mojarras, son miles, pero miles es decir poco, pueden ser millones”, señala el señor Elfego Terrones.
Los pescadores también compartieron otras imágenes en las que se observa a los pobladores de Las Garzas, por primera vez haciendo fila para tener la oportunidad de llenar cubetas y acarrear agua en los pocos ojos de agua que resisten a la sequía, pues la mayoría de sus puntos de abastecimiento ya se vaporizaron.
