El borrador del Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo (2022-2027), que ha publicado el Ministerio para la Transición Ecológica, fija caudales ecológicos para todas las masas de agua superficiales y además propone más de 550 medidas, con un importe previsto para el período del plan de unos 3.200 millones de euros.
El borrador del plan, consultado por EFEverde, detalla que el objetivo del documento es alcanzar el buen estado de las aguas y evitar su deterioro, a la vez que posibilitar los usos socioeconómicos asociados al agua, necesarios para el desarrollo de la sociedad.
Según se recoge en el documento, la parte española del Tajo es un territorio de 55.780 kilómetros cuadrados de extensión, por el que discurren unos 63.000 kilómetros de cauces, y en el que habitan más de ocho millones de personas residentes en la Comunidad de Madrid, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Más del 19% del caudal para abastecimiento humano
En la actualidad, la demanda bruta total de agua de la parte española del Tajo es de 3.511 hectómetros cúbicos al año, de los cuales 686 hm³/año (19,6%) corresponden al abastecimiento urbano, 2.002 hm³/año (57,0%) a la demanda agraria, 52 hm³/año (1,5%) a industrias no conectadas a redes de abastecimiento municipal, 744 hm³/año (21,2%) al uso para la generación de energía2 y 27 hm³/año (0,8%) a otros usos.
Este documento también recoge que el 76% de las masas de agua superficial y un 88% de las masas de agua subterráneas reciben vertidos de aguas residuales urbanas, que se encuentran dispersos por todo el territorio, exceptuando las cabeceras de algunos cauces.
El borrador del plan destaca que algunas zonas de la cuenca tienen una altísima densidad de población, como ocurre en la Comunidad de Madrid, que representa alrededor del 50% del volumen total de vertido autorizado en toda la cuenca.
Además, al alto número de vertidos de aguas residuales urbanas e industriales depuradas, se añade la contaminación de carácter fundamentalmente difuso, asociada al uso de productos agroquímicos por el sector agropecuario.
Plan Hidrológico del Tajo
El plan señala que como resultado de una actividad humana de aprovechamiento del agua muy diversa y prolongada en el tiempo, muchos bosques de ribera están deteriorados y los ríos presentan “multitud de barreras” por la presencia azudes asociados a extracciones para riego y abastecimiento.
Según el borrador del plan, los caudales ecológicos son “una restricción previa”, de forma que primero debe satisfacerse el caudal ecológico, y luego las demandas correspondientes, con la excepción del abastecimiento humano, que tiene preferencia.
El documento sostiene que para este tercer ciclo de planificación “es imprescindible extender los caudales ecológicos mínimos a todas las masas de agua de tipo río de la cuenca” y si bien recuerda que en el Esquema de Temas Importantes (ETI) de este tercer ciclo de planificación se incluyó una propuesta preliminar de régimen de caudales ecológicos, dicha propuesta se ha modificado por el reajuste definitivo del régimen de aportaciones en régimen natural.
Espacios naturales protegidos
En cuanto a los objetivos ambientales a cumplir en cada masa de agua el plan detalla que serán, esencialmente, no deteriorarse en el caso de aquellas masas que estén en buen estado, y alcanzar el buen estado a más tardar en 2027, en el resto.
Con la finalidad de alcanzar estos objetivos ambientales, así como la adecuada atención de las demandas de agua, el Plan Hidrológico incluye más de 550 medidas promovidas por distintas administraciones públicas, con un importe previsto para el período 2022 – 2027 de unos 3.200 millones de euros. De todas las actuaciones contempladas, la inversión más cuantiosa se asocia a medidas de depuración, que suponen el 62 % de la inversión prevista en el período 2022 –2027, es decir, 1.977 millones de euros.
De entre todas estas medidas destaca la mejora del saneamiento y depuración asociados a las depuradoras de La China, Butarque y Sur, a realizar por la Administración General del Estado, que suponen una inversión de 898 millones de euros. Estas depuradoras tratan la mayor parte de los vertidos al río Manzanares y condicionan además la calidad del Jarama aguas abajo de la confluencia del Manzanares y del Tajo, aguas abajo de la confluencia del Jarama.
Fuente: www.ambientum.com