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Economía circular en la gestión de residuos

Cuando dejamos nuestra basura en los contenedores urbanos, a veces pareciera que desparece por arte de magia. Un porcentaje de esos residuos son reciclados, afortunadamente cada vez más, pero la realidad es que en su mayor parte acaban en vertederos.

El ambicioso objetivo europeo para 2030 es reciclar el 65% de toda la basura, así como potenciar el compostaje, ya que cada año se generan 2.000 millones de toneladas en todo el mundo. Pero aún hay mucho por hacer.

Vertederos, un gran problema para el medio ambiente

En la actualidad, los vertederos contienen aproximadamente el 40% de los residuos del mundo y los 50 más grandes afectan a la vida diaria de 64 millones de personas. Los vertederos son muy dañinos para el medio ambiente fundamentalmente por estas razones:

  • Contaminan acuíferos: a veces las membranas de impermeabilización se rompen, con la consiguiente contaminación de las aguas subterráneas.
  • Generan emisiones: producen emisiones de metano y dióxido de carbono, gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
  • Alteran el ecosistema: afectan a la alimentación de la fauna además de alterar la migración de las aves.

Pero hoy existe una solución más avanzada que, además de procesar los residuos, permite generar electricidad y calor para sistemas de calefacción. Son las plantas Waste to Energy.

Alternativas al vertedero para la basura

Pero exactamente, ¿qué son las plantas Waste to energy? Se trata de un tipo de plantas de gestión de residuos más eficiente y avanzado. Los que llegan a las plantas Waste to Energy son aquellos de difícil reciclaje descartados en otras plantas.

Parte de los residuos orgánicos que llegan se pueden usar para generar biocombustibles y, posteriormente, con el resto de materiales, lo más habitual el aplicar un tratamiento térmico que, gracias a los avances tecnológicos arroja unas emisiones mínimas. Así, se utilizan sistemas de reducción no catalítica selectiva que inyectan urea para reducir la emisión de óxido de nitrógeno, y un sistema de limpieza de emisiones para reducir las sustancias contaminantes.

El calor generado produce vapor que mueve una turbina para generar electricidad. Por último, los desechos de este proceso se utilizan para la fabricación de materiales reciclados. 

Las plantas Waste to energy son una de las mejores opciones para los residuos no reciclables. Aunque el reto del futuro es diseñar productos sostenibles para que un día ni siquiera estas plantas sean necesarias.

Evitar el residuo, la mejor opción para el planeta

jerarquia residuos union europea piramideAfrontar el problema de la basura urbana exige abordar no tanto la gestión del residuo, sino varios pasos antes: abordar la generación del residuo.

De hecho, la Unión Europea introdujo una nueva directiva en relación a las normas de gestión de residuos (en relación al reciclaje, envasado y vertido) en la que el objetivo primordial se centra en promover un cambio hacia un modelo más sostenible de economía circular.

Una de las medidas más visibles y de implementación inminente es la prohibición de algunos plásticos de un solo uso para 2021. Pero además, la UE establece una jerarquía piramidal en la gestión de residuos que prioriza la anticipación y la recuperación. Según esta pirámide, la mejor opción para el planeta es la prevención, es decir, el mejor residuo es el que no se produce.

Las plantas Waste to energy son capaces de valorar energéticamente los residuos y abundar en los objetivos de la economía circular. Sin embargo, el mayor reto se encuentra en trabajar en productos sostenibles, diseños inteligentes y ecoeficientes que no solo respondan a necesidades estéticas o de comodidad, sino a la sostenibilidad del planeta para que cada vez exista menos basura que requiera de gestión.

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