Miles de personas recibieron órdenes de evacuar o de permanecer en sus casas luego de torrenciales aguaceros que causaron deslizamientos de tierra en la zona de los Montes San Bernardino, al este de Los Ángeles, calcinada por incendios hace dos años.
Los bomberos fueron de calle en calle en el barrio de Forest Falls el lunes 12 por la noche para cerciorarse de que nadie hubiera quedado atrapado y que nadie necesitara rescate o hubiera desaparecido, indicó Eric Sherwin, portavoz de los bomberos en el condado de San Bernardino. Añadió que los socorristas volverán a rastrear la zona e iniciarán labores de limpieza en la mañana.
«No sabremos la magnitud de los daños hasta que salga el sol», dijo Sherwin antes del amanecer de este martes 13.
Mucha infraestructura e inmuebles resultaron dañados, entre ellos un edificio donde el lodo llegó tan alto que hizo colapsar el techo, señaló Sherwin.
Las lluvias eran los remanentes de una tormenta tropical que la semana pasada provocó fuertes vientos y una muy necesitada lluvia en la zona afectada por una sequía. Ello ayudó a los bomberos a acorralar un incendio que ardía desaforadamente a unos 32 kilómetros (20 millas) al sur de los deslizamientos.
Las inundaciones y los torrentes de lodo ocurrieron en partes de los Montes San Bernardino, donde los incendios de 2020 fueron tan intensos que no hay vegetación para sostener el suelo.
«Toda esa tierra se convierte en lodo y empieza a correr ladera abajo», explicó Sherwin.
Uno de los incendios fue provocado por una pareja que usó un dispositivo de humo para anunciar el sexo de su bebé. Un bombero murió y la pareja fue acusada de homicidio no intencional.
Los temores de más aludes por la noche del lunes 12 llevaron a las autoridades a ordenar la evacuación de 2 mil viviendas en los barrios de Oak Glen y Forest Falls, luego que cayeron casi cinco centímetros (dos pulgadas) de lluvia.