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Costas de Colima reciben visitas de hasta 19 especies de mamíferos marinos

Christian Ortega, integrante de la Facultad de Ciencias Marinas de Manzanillo de la Universidad de Colima, y del grupo universitario de Investigación de Mamíferos Marinos Costas de Colima, dio a conocer que en el estado se reciben visitas de hasta 19 especies de mamíferos marinos, sobre todo en invierno y primavera.

Precisó que la ballena jorobada es la especie mamífera que más se avista por las costas colimenses, ya que se reproducen en zonas donde la temperatura es más cálida, posteriormente en verano, otoño migran hacia el norte para hacer sus actividades de alimentación.

«Hemos tenido la fortuna de registrar 19 especies de mamífero marinos, es decir, un montón de especies, dos especies de lobos marinos, cinco ballenas, y el resto, más de 10, de delfines, delfines chicos y delfines grandes como las orcas. Es un área que se pensaba que podía ser muy pobre, que no hubiera riqueza, pero 19 especies es casi la mitad de todas las especies de mamíferos marinos, que son 43, que se distribuyen en todo México», dijo.

Mencionó que no todas las especies de mamíferos marinos se quedan en las costas colimenses todo el año, incluso hay algunas que se han visto una sola vez, y pese a que han tenido registros en el verano, aseguró que es en la época de invierno-primavera en la que se reportan más avivamientos de estos animales.

«Es muy variable, de estas 19 hay unas que son muy raras, una vez las hemos visto. Otras son poco frecuentes, otras muy frecuentes, otras son muy dominantes y otras casi casi residentes, entonces varía mucho. Sin embargo en invierno-primavera es cuando hemos tenido los registros más altos comparados con verano, verano sí es un poco pobre y hay menos nutrientes, la temperatura es un poco más cálida, también hay huracanes y eso a veces nos imposibilita salir a campo», expuso.

Indicó que realizan monitoreos en la zona con una embarcación que tienen en la Facultad de Ciencias Marinas, con la cual buscan de manera aleatoria avistamientos de delfines, orcas o ballenas jorobadas, para hacer el registro necesario en hojas especializadas, fotografías de sus características, muestras y sonidos que realicen estos animales.

«Son varios estudios que hemos estado haciendo principalmente con delfines, con orcas y con ballenas jorobadas, que en base a las fotografías podemos monitorearlos, seguirlos, saber si es un macho o una hembra, le tomamos una muestra y si en un futuro al siguiente año regresa esa hembra o ese macho y viene a reproducirse, o por alguna otra razón, también tomamos esta muestra, con una flechita calentamos un pedazo de piel y de grasa del animal y también tenemos un micrófono acuático que con ese registramos los sonidos», mencionó.

Agregó que la bahía de Manzanillo es una zona a la que pocas ballenas regresan, esto, según lo han podido analizar a través de sus investigaciones, se lo atribuyen a principalmente a distintas actividades realizadas por el humano, como la pesca, la contaminación y las embarcaciones, aunque también mencionó puede ser debido a que son animales muy móviles.

«Muy pocos y esto nos abre nuevas hipótesis. No les gusta algo de nuestra región a las ballenas porque no regresan (…) le hemos apostado a varias cosas, entre ellas la basura marina, que lanzamos los humanos y está flotando luego, la contaminación que no la hemos investigado, las redes de pesca que es una interacción con ellas y luego las afecta, pero también el tránsito marítimo. Los barcos, embarcaciones medianas y lanchas pequeñas generan ruido y las pueden atropellar y también puede ser eso un disturbio que las espante», precisó.

«También son animales muy móviles, hemos visto madres con crías, las madres sentimos que son más vulnerable porque tienen al bebé que acaba de nacer, no tienen la misma capacidad de respiración, nadan más lento, es más vulnerable (…) hemos visto que se mueven entre Guerrero, Manzanillo, incluso hasta Puerto Vallarta», agregó.

En este sentido, mencionó que los avistamientos de ballenas con redes no son muy comunes, sin embargo al año se registran eventos de este tipo en el que estos mamíferos no detectan las redes de pesca, se atoran en estas y les causan múltiples heridas, e incluso amputaciones.

«Es un problema que se ha agravado porque cada vez hay más ballenas y cada vez hay más redes de pesca porque los pescadores están poniendo por todos lados porque también en la pesquería los recursos pesqueros han disminuido, (…) entonces en vez de poner una red ponen dos o tres redes para incrementar la posibilidad de capturar algún pez y son dos o tres redes que pueden afecta a alguna ballena o a dos o tres», señaló.

Ante esta problemática, precisó que se creó la Red de Atención a Ballenas Enmalladas (RABEN), con la cuál estudiantes de la Facultad de Ciencias Marinas, personal de la Secretaría de Marina, personal de PROFEPA, personal de SEMARNAT y protección civil se han podido capacitar en materia de rescate a mamíferos marinos.

«Colegas de Puerto Vallarta hicieron un grupo que se llama RABEN, que es Red de Atención a Ballenas Enmalladas y nos han capacitado a diversos grupos a lo largo de toda la costa de México, desde el Vizcaíno en Baja California Sur, hasta Oaxaca, y en Manzanillo somos parte de este gran grupo, de esta red», dijo.

«Cuando hay el reporte de una ballena que trae alguna red o se le ve que trae una boya o algún cable atorado, (…) verificamos si la ballena tiene alguna red, algún cabo, alguna boya trabajada, y si es así, hemos sido capacitados para tratar de quitarles la red, quitarles las sogas a estas ballenas con una serie de instrumentos y equipo especial», concluyó.

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