Además de aguas residuales y la invasión de lirios, los canales están afectados por desechos que dejan visitantes, pobladores y trabajadores
A pesar de que se consideran un atractivo turístico obligado en la Ciudad de México (CDMX) y que son Patrimonio Mundial de la Humanidad por parte de la UNESCO, los canales de Xochimilco enfrentan una dura batalla contra la acción humana.
Y es que además de que cada vez su extensión es menor debido a la urbanización, la basura y las descargas residuales (drenaje) invaden sus aguas; ello, en combinación con la falta de mantenimiento para evitar que aumenten los lirios, ponen en riesgo la integridad de trabajadores y visitantes.
Grave problema de contaminación
En 2017, la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal (Hoy Congreso de la CDMX) advirtió sobre la grave contaminación registrada en los canales ubicados en los barrios de Zacapa, Nativitas y Xaltocan, (de los más visitados), por lo que instaron a las autoridades de Xochimilco a agilizar las labores de mantenimiento.
Un año antes, el Censo de descargas de aguas negras y grises en los canales de Xochimilco de la UNAM reveló que a lo largo de 116 kilómetros de canales se hallaron mil 374 descargas irregulares de aguas negras que caían directamente a los canales.
Ante el grave problema de contaminación en Xochimilco, en ese entonces el Senado de la República urgió a frenar el deterioro de esta zona Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Además de los residuos líquidos que caen a los canales, la contaminación con desechos sólidos también afecta sus aguas, ya que mucho de los visitantes de las trajineras suelen tirar su basura en el agua.
Lirios acuáticos
La introducción del lirio acuático en los canales de Xochimilco se ha salido de control y la falta de mantenimiento en la zona ha provocado que la navegación sea complicada e impide la oxigenación del agua.
Ya es imposible retirarlos por completo, pues los lirios se han adaptado al ecosistema y ahora forman parte de este; sin embargo, expertos del la UNAM aseguran que es posible controlar su “invasión”.
Aunque no se ha comprobado del todo, algunas versiones aseguran que una exagerada cantidad de lirios acuáticos podrían impedir que las personas que por accidente caen a los canales puedan nadar a la superficie.
Esta podría haber sido la causa de muerte de Manuel Romero, de 20 años, el joven poblano que el pasado domingo 1 de septiembre cayó de una trajinera en los canales de Xochimilco.
